Aprende a preparar crème fraîche casera y conoce cómo usarla

Ingredientes

• 250 ml de nata líquida para montar (con un mínimo de 35% materia grasa).
• 25 g de yogur natural.

Aprende a preparar crème fraîche casera de forma súper fácil y rápida y además conoce cómo usarla tanto en preparaciones dulces como saladas. Tan solo tenemos que dejar fermentar la nata con otro elemento lácteo para conseguir ese resultado cremoso y ligeramente ácido que buscamos. Es ideal para acompañar dulces directamente en el plato, por ejemplo crepes o tortitas o incluso tartas o bizcochos, y como se puede cocinar con ella en caliente se puede añadir a cremas y salsas para darles un extra de cremosidad.

Preparación, cómo hacer la receta de la crème fraîche

1. Esta receta es sencillísima, y tan solo necesitas una cuchara y un bote de cristal con tapadera, perfectamente limpio.
2. Vierte la nata líquida en el recipiente.
3. Añade también el yogur y mezcla con una cuchara hasta que compruebes que no hay grumos y se ha disuelto bien.
   

   Mezclamos los 2 ingredientes de la crème fraîche

4. Cubre el bote con papel de cocina y átalo con una goma.
   

   Dejamos reposar el bote con los ingredientes de la crème fraîche

5. Deja reposar el bote a temperatura ambiente (lo ideal es una temperatura algo cálida, unos 20-25ºC) durante unas 24 horas. Se puede dejar hasta 36 horas, sobre todo si la temperatura es más baja.
6. Para comprobar que está hecha verás que la mezcla se ha solidificado bastante, ya no tenemos un líquido sino una textura más bien de yogur cremoso. Además estará un poco más amarillenta que la nata original y, si la pruebas, tendrá un puntito ácido. ¡Ya tenemos lista la crème fraîche casera!
   

   Tras 24 horas de reposo ya tenemos la crème fraîche lista

7. Remueve bien con una cuchara y consérvala en la nevera en el bote de cristal cerrado con su tapadera durante unos 7 días. Verás que cuando esté fría estará más espesa aún.
   

   Así queda la textura de la crème fraîche casera

Tiempo: 5 minutos

Sirve y degusta

Mantén la crème fraîche en la nevera hasta el momento de utilizarla, tanto para dulce como para salado, y recuerda que puedes conservarla hasta 7 días en la nevera y también congelarla.

Se usa tanto en recetas dulces como saladas, ya sea como acompañamiento de postres tipo tortitas, crepes, tartas o bizcochos como si fuera nata montada o en sopas y salsas para aportar su particular cremosidad. Esa textura tan cremosa y el ligero puntito ácido de su sabor hacen que sea de auténtico… ¡escándalo!

Crème fraîche casera, cómo prepararla y usarla

Variaciones

También se puede preparar mezclando la misma cantidad de nata con dos cucharadas soperas de mantequilla (lo ideal es que esté a temperatura ambiente por lo que debes sacarla 30 minutos antes de la nevera) o con suero de leche o buttermilk.

Si te interesa utilizar ese suero de leche o buttermilk casero debes saber que es muy sencillo prepararlo, tan solo tienes que mezclar leche entera con unas gotitas de zumo de limón, remover un poco con una cuchara, dejar reposar 10 minutos y cuando la leche se corte y salgan algunos grumos ya lo tendremos listo.

Según si vas a utilizarla para acompañar platos dulces o salados le puedes dar un toque aromático con hierbas o especias que vayan acordes a lo que vas a servir. Por ejemplo, un poco de pimienta u orégano o bien un poco de canela o vainilla.

Consejos

Intenta conseguir que repose a una temperatura de 20-25ºC, con cuidado de que no sea excesivamente fría en invierno porque el proceso podría no activarse (puedes dejar el bote cerca de un lugar cálido o fuente de calor pero nunca en contacto directo), y si la temperatura es superior a 30ºC podemos observar en tan solo 12 horas si ya hemos conseguido el resultado final.