Baklava, la receta de este postre turco
Ingredientes
- 250 g de pistachos sin cáscara y pelados. Si no los encuentras así, es posible que tengas que comprarlos con cáscara, y después pelarlos en casa. En ese caso, compra unos 300 g de pistachos con cáscara.
- 250 g de nueces.
- 400 g de masa filo.
- 250 g de azúcar (100 g para mezclar junto con los pistachos y las nueces, y 150 g para el almíbar).
- 250 ml de agua.
- 250 g de miel.
- 4 cucharadas soperas de aroma de azahar.
- 1 cucharadita de clavo molido.
- 2 cucharaditas de canela molida.
- 200 g de mantequilla.
- Zumo de un limón.
También se escribe baklawa o baclava y es un postre de origen turco que se prepara habitualmente en Oriente Medio, notándose su marcado carácter árabe, ya que los frutos secos y la miel son los reyes de ese tipo de postres. Tuve el enorme placer de probarlo en Grecia, donde suelen prepararlo de forma tradicional y les queda de… ¡escándalo!
Preparación, cómo hacer baklava turco
- Ármate de paciencia si tus pistachos no están perfectamente pelados, y al lío! Quítales la cáscara y también elimina lo que puedas de la piel interna oscura, la idea es que queden lo más verdes posible. Si la piel te cuesta sacarla, puedes cocerlos un par de minutos en agua hirviendo, déjalos enfriar y te resultará más fácil.
- Trocea ligeramente los pistachos y las nueces, con ayuda de un cuchillo, para que los trozos queden pequeñitos pero no en polvo. Aún así, como quedará en el fondo un poquito de polvo, resérvalo para la decoración final.
- En un bol, mezcla los pistachos, las nueces, los 100 g de azúcar, las 2 cucharaditas de canela molida y el clavo molido, y mezcla bien.
- Ahora toca montar el baklava. Para ello, utiliza una bandeja de horno de 30×40. La medida viene dada por el tamaño de las láminas de pasta filo, que suelen medir el doble, y partidas por la mitad quedan perfectas en una bandeja así. De todas formas, si tu pasta filo no es de esa medida o cuentas con otro tipo de bandeja, procura que puedas poner capas de pasta filo lo más ajustadas posible, aunque si hay mucho excedente siempre puedes cortar la pasta y reservar esos trocitos para otras preparaciones. Además, si quieres evitar todo lo posible que se pegue tu baklava, puedes forrar la bandeja con papel de horno.
- Pon la mantequilla en un vaso o bol, introdúcela 3o segundos en el microondas o hasta que se derrita, y pinta el fondo de la bandeja de horno. A continuación, pon la primera capa de pasta filo, y vuelve a pintar por encima con mantequilla. Repite la operación con un tercio de la pasta, poniendo nuevas capas de pasta filo y pintándolas con mantequilla.
- Espolvorea por encima la mitad de la mezcla de frutos secos, repártela bien por toda la superficie y pon otra capa de pasta filo y pincela con mantequilla, hasta terminar el segundo tercio de pasta. Añade la otra capa de frutos secos, y termina con el resto de la pasta pintada con mantequilla. Si te ha sobrado mantequilla, échala por encima de la última capa.
- Si te han quedado bordes con exceso de pasta filo, recórtala y resérvala para otras preparaciones.
- Precalienta el horno durante 10 minutos a 180ºC.
- Corta el baklava en cuadraditos o las formas que más te gusten antes de introducir en el horno, ya que si lo haces después, la pasta filo se quebrará con facilidad.
- Introduce en el horno durante 20 minutos, sin dejar que se dore en exceso. Si sigue muy blanca la pasta filo, déjalo en el horno unos minutos más, pero vigila bien que no se pase.
- Mientras el baklava está en el horno, preparamos el almíbar. En un cazo, añade el agua y los 150 g de azúcar, y ponlo a fuego medio, removiendo para que se disuelva el azúcar. Añade la miel y deja que hierva y la mezcla se haga ligeramente densa. Retira del fuego y añade el zumo de limón y el aroma de azahar. Deja que se enfríe un poco pero no del todo, porque se endurecería.
- Cuando el baklava esté listo, sácalo del horno y riega por encima con el almíbar, que quede bien impregnado.
- Deja enfriar y corta los cuadrados de nuevo (se habrán unido ligeramente con el almíbar).
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Pon en una bandejita los cuadrados separados de baklava, y espolvorea por encima con el polvo de frutos secos que habíamos reservado.
Prepara un delicioso y calentito té, y ya tienes el postre o la merienda perfecta para sorprender a tus invitados o simplemente darte un capricho dulce y exótico 😉
Variaciones
Si quieres preparar la receta tradicional, sigue nuestros pasos tal cual. Pero también puedes innovar e incluir otros frutos secos que te gusten, como almendras, piñones, avellanas, cacahuetes…
Si lo prefieres, puedes preparar el almíbar con naranja en vez de limón, y quedará igualmente delicioso 🙂
Consejos
Intenta que el almíbar no se enfríe demasiado ni quede demasiado denso antes de echarlo encima del baklava. Si ha sido así, puedes añadir un poco más de agua y volverlo a calentar.
Cuando estés trabajando con la pasta filo, recuerda poner un paño de cocina encima de las láminas que no estés usando, ya que se secan y rompen con facilidad.