Berenjenas rebozadas fritas y crujientes sin que te queden aceitosas
Ingredientes para 4 personas
- 2 berenjenas grandes.
- Cerveza o gaseosa o polvos de gaseosillas para remojar las berenjenas y evitar que chupen aceite.
- Harina de trigo para rebozarlas.
- 2 huevos L.
- Abundante aceite para freír y sal.
- Miel de caña, opcional y al gusto.
Están buenísimas, quedan con un rebozado crujiente y además os voy a dar trucos muy sencillos para que no os queden aceitosas ya que las berenjenas fritas están muy tiernas y su propia textura es una delicia pero si están encharcadas de aceite no me gustan nada. Si las cortas con una mandolina o consigues dejar todas las rodajas con el mismo grosor con un cuchillo y haces una buena fritura, la receta no tiene más misterio. A mi me gusta hacer un clásico rebozado de primero harina y después huevo batido porque queda esponjoso pero muy finito y me da la sensación de que se parece a la famosa «puntilla» que tanto suele gustar en el huevo frito.
Preparación, cómo hacer la receta de berenjenas rebozadas
- Lava las berenjenas y córtalas en rodajas finitas y con grosor similar. Lo ideal es que utilices una mandolina para mayor comodidad aunque con un cuchillo bien afilado también puedes conseguirlo. El grosor influye en el resultado final así que te recomiendo cortarlas ni muy finas ni muy gruesas para que se cocinen en poco tiempo pero no queden demasiado blandas y mantengan su forma.
- Pon las rodajas de berenjena en un bol durante 30 minutos con cerveza, gaseosa o bien agua con un sobre de gaseosillas, las que se utilizan para preparar gaseosa en casa y para las masas como bizcochos y magdalenas. El motivo es que de esta forma chupan muchísimo menos aceite lo cual es genial. Yo en este caso he utilizado una gaseosilla que tenía por casa así que he puesto las rodajas en un bol con agua hasta cubrirlas y después he echado la gaseosilla.
- Al cabo de esos 30 minutos ponlas en un escurridor y lávalas con agua fría.
- Casca los dos huevos, ponlos en un bol y bátelos como si fueran para tortilla.
- Para rebozar las berenjenas debes poner harina en un plato y pasarlas por ella por ambos lados. Yo lo que hago es rebozar varias rodajas hasta tener una buena tanda para freír y las dejo en el plato de la harina.
- Justo antes de echarlas a freír deberás pasarlas una a una por el huevo batido, por un lado y por otro, y a continuación directas al aceite caliente.
- Puedes freír las berenjenas en freidora o en sartén o cazo:
- En un cazo o sartén honda: añade abundante aceite. Pon el fuego fuerte y cuando el aceite esté bien caliente (sin que llegue a humear), echa las rodajas de berenjena de una en una y fríelas durante 3-4 minutos, procurando que se hagan por ambos lados y siempre en tandas pequeñas para que no baje la temperatura del aceite. Si tienes un termómetro de cocina podrás medir la temperatura del aceite y empezar a freír cuando llegue a 170ºC.
- En una freidora, añade aceite hasta la señal de la propia freidora y prográmala para que se caliente hasta los 170ºC. Cuando haya llegado a esa temperatura ve echando las rodajas de berenjena rebozadas en harina y huevo de una en una y siempre en tandas pequeñas, y fríelas hasta que estén doradas por ambos lados. Ve vigilándolos e incluso sacando el cestillo para comprobar cómo van y sobre todo acuérdate de darles la vuelta, tardarán entre 3 y 4 minutos.
- Conforme vayas sacando tandas de berenjenas, colócalas sobre un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y échales sal aprovechando que aún están calientes. Sigue con el resto de tandas y cuando las tengas lo ideal es que pongas cada tanda en un plato de forma que no estén unas encima de otras para que el rebozado llegue crujiente a la mesa pero como a veces por cuestión de espacio no queda más remedio, ve colocando papel de cocina sobre las berenjenas que ya están hechas para poner encima las siguientes.
Tiempo: 30 minutos (más 30 de remojo)
Sirve y degusta
Lo ideal es servirlas al momento, recién hechas y calientes, que es cuando más ricas están con su rebozado bien crujiente y tiernas por dentro. Aún así, si sobran seguirán estando buenísimas aunque perderán el toque crujiente y puedes comerlas frías o también calentarlas, bien con un nuevo golpe de fritura de apenas unos segundos o bien colocándolas en una bandeja de horno y horneándolas a 200ºC hasta que se calienten de nuevo.
Colócalas en un plato sin olvidar haberles echado sal por encima y sírvelas a la mesa. Un acompañamiento ideal para estas berenjenas rebozadas es la miel de caña así que si a todos los comensales les gusta la combinación puedes regarlas por encima con miel o, si lo prefieres, servirla en un pequeño cuenco en la mesa con una cuchara para que cada comensal se sirva la cantidad que prefiera. Tiernas por dentro, crujientes por fuera y sin exceso de aceite, están de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Esta es una receta básica que se puede aromatizar de mil formas. Si quieres incluir especias, nada más sencillo que mezclarlas junto con la harina para darle un toque de aroma y color a las berenjenas: pimienta negra recién molida, pimentón, curry, comino…
Si lo tuyo son las hierbas, como el orégano, el romero, el tomillo o la albahaca, puedes mezclarlas pero esta vez con el huevo batido para que las berenjenas las vayan cogiendo.
Consejos
Para que la receta te quede perfecta vuelvo a insistir en la importancia de cortar todas las rodajas con el mismo grosor porque si no deberás estar demasiado pendiente de sacar unas berenjenas antes que otras del aceite. Y por supuesto lo más importante, acertar con la temperatura del aceite para que no esté demasiado caliente y humeante y se queme el exterior antes de que se cocinen pero que tampoco esté muy suave porque, a pesar del truco de la cerveza o la gaseosa, podrían chupar más aceite del necesario.