Calçots o calsots con su salsa romesco
Tenemos la enorme suerte de tener una chimenea abierta en la que podemos asar todo tipo de cosas, sobre todo en Navidad y Semana Santa. Desde carne a la brasa como cordero, tocino, morcillas o salchichas, hasta patatas y verduras, e incluso arroces. Es un gustazo el sabor único e increíble que aportan las brasas a los ingredientes 😛
Y no podíamos desaprovechar la temporada de calçots para preparar una buena calçotada en familia. Además nuestro tío nos trajo una enorme cantidad de calçots directamente de Tarragona, y también la salsa romesco, la típica para comerlos, así que enseguida nos pusimos en marcha.
Los calçots o calsots son una variedad de la cebolla, la denominada cebolla tardía, y puedes asarla y comerla directamente porque no tiene nada de acidez, está súper tierna y sienta de maravilla. La salsa romesco que típicamente la acompaña se elabora con tomates, ajos, ñoras, pan, aceite y condimentos, y por supuesto almendras y y avellananas tostadas y molidas. Vamos, una locura esta salsa, está de… ¡escándalo!
Ingredientes 4 personas
- Entre 20 y 25 calçots por persona, por lo que para 4 personas necesitarás alrededor de 100.
- 500 g de salsa romesco.
- Carnes y embutidos para asar en las brasas que quedan, al gusto.
Preparación, cómo hacer calçots o calsots con su salsa romesco
- Lo primero es preparar el fuego. Los calçots se elaboran con las llamas, no con las ascuas, por lo que enseguida lo tendrás listo para asarlos.
- Pon encima de las llamas una parrilla grande, y ve cocinando los calçots en grupos de 25, aunque esto depende del tamaño de tu chimenea o parrilla.
- Deja que se carbonice el exterior de los calçots, y cuando toda su parte blanca esté negra, retíralos de la parrilla.
- Envuélvelos en un papel de periódico, presionando bien para que no se salgan, y que así se sigan cociendo durante al menos 30 minutos en su propio vapor.
Tiempo: 30 minutos
Sirve y degusta
Sirve la salsa romesco en varios cuencos repartidos por la mesa (ya que cada comensal debe llegar fácilmente a ella, pues va a mojar muchos calçots). Pon los calçots encima de la mesa en el propio papel de periódico o en una fuente.
Los comensales deben quitar esa capa carbonizada y descubrir la cebolla tierna y jugosa que hay dentro. Ahora moja la parte más blanca en la salsa, y de una, ¡a la boca! Como os vais a poner de carbón hasta arriba, lo ideal es utilizar baberos, y si van desde el cuello hasta las rodillas, mejor que mejor 😉
Consejos
La temporada de calçots va desde noviembre hasta abril, y cuando más se consumen es en enero, febrero y marzo. Si tienes una chimenea como nosotros, aprovecha y disfruta de esta exquisitez de la gastronomía, además resulta bastante divertido y es ideal para tomarla con los amigos o la familia, en grupo grande.
La calçotada se complementa con carne asada en las brasas que las llamas de los calçots han dejado. Morcillas, salchichas, costillas de cordero o lonchas de tocino son ideales para rematar la comida.