Canelones de carne picada y pasta fresca con bechamel
Ingredientes para 4 personas
- Para elaborar la pasta fresca (puedes sustituirlo por 16-20 láminas de canelones):
- Harina de trigo o sémola de trigo duro.
- Huevos.
- Sal.
- Para cada comensal, más o menos se utilizan 100 g de harina de trigo (o sémola de trigo duro), 1 huevo y un poquito de sal, saliendo unas raciones bastante grandes. Si quieres preparar unas raciones más estándar, ten en cuenta que con 200 g de harina de trigo, 2 huevos y 1/2 cucharadita de sal me han salido 3 raciones.
- Para la salsa boloñesa casera:
- 300 g de carne picada (100 de cerdo y 200 de ternera).
- 1 zanahoria.
- 1 cebolla.
- 1 vasito de vino blanco.
- 200 g de salsa de tomate o tomate frito.
- 50 ml de leche.
- Orégano.
- Aceite, sal y pimienta.
- Para la salsa bechamel:
- 1/2 litro de leche (el equivalente a un poco más de dos vasos de leche).
- 2 cucharadas de harina.
- 3 cucharadas de mantequilla.
- Sal.
- Especias al gusto (nuez moscada, pimienta, orégano…).
- Queso para rallar (unos 150 g), tipo emmental o mozzarella.
- Orégano.
- Aceite y sal.
Son caseros 100% ya que hasta la pasta para los canelones la hemos elaborado fresca para que la receta sea de auténtico… ¡escándalo! Cuando veas lo fácil que es todo el proceso (aunque no niego que la experiencia hace que sea todavía más ágil) no te vas a resistir a preparar tu propia pasta fresca y se puede estirar con rodillo o con máquina. El relleno es uno de los más sabrosos y clásicos, ni más ni menos que salsa boloñesa elaborada con carne picada, cebolla, zanahoria, salsa de tomate y especias.
Preparación, cómo preparar canelones con carne picada y pasta fresca con bechamel
- Primero vamos a elaborar la pasta fresca para los canelones, siguiendo esta estupenda receta sobre cómo hacer pasta fresca, tanto la receta como el uso de la máquina, y que a continuación te resumimos. Si prefieres utilizar pasta ya hecha, sigue leyendo más abajo.
- En una superficie lisa, crea un volcán con la harina. Casca los huevos y échalos dentro junto con la sal.
- Mezcla bien los ingredientes con las manos hasta que la masa sea homogénea y se despegue de tus dedos. Amasa durante 10 minutos, para que la masa quede elástica.
- Envuélvela en papel film y déjala reposar en la nevera al menos 30 minutos. Mientras puedes preparar el resto de la receta, que está detallada un poco más abajo.
- Divide la masa en bolitas para trabajar con más comodidad (por ejemplo, divídela en 4), y ve trabajando con cada una mientras las demás las dejas tapadas con papel film para que no se resequen.
- Echa un poco de harina en la superficie de trabajo, y aplasta la bolita para aplanarla. Ajusta tu máquina de pasta al grosor más grande, y pasa la masa por la abertura, girando el rodillo. Dobla la pasta sobre sí misma y repite el proceso, incorporando harina para que no esté húmeda. Ve cerrando la abertura del rodillo hasta el grosor que prefieras para tus canelones (te recomiendo uno intermedio, ni muy finas ni muy gruesas). Si prefieres utilizar rodillo manual, simplemente alísala hasta que esté a tu gusto, enharinándola durante el proceso para que no se pegue.
- Corta la pasta en láminas cuadradas para canelones y déjalas secar al menos 10 minutos, mientras pones agua a hervir en una olla para cocerla después.
- Echa una cucharadita de postre de sal y ve introduciendo las láminas en el agua hirviendo. El tiempo de cocción depende del grosor de tu pasta, aunque a partir del minuto 5-6 puedes ir comprobando si está ya cocida. Escúrrela cuando esté lista.
- Si vas a elaborar los canelones con pasta ya hecha, pon a remojo las placas. Sumérgelas en un recipiente con agua, normalmente durante 10-15 minutos (te lo indicará el paquete). Ahora sigue con el resto de la receta.
- Para la salsa boloñesa, puedes seguir esta receta en detalle, con fotografías y consejos, aunque aquí te incluimos los pasos:
- Pica finamente la cebolla y la zanahoria.
- En una sartén, añade un poco de aceite y echa la cebolla y la zanahoria. Saltea a fuego medio hasta que la cebolla empiece a verse transparente.
- Añade la carne picada, mézclala con el resto de ingredientes y ve separándola con una espátula para que se desmigue. Añade sal, pimienta y orégano al gusto.
- Cuando la carne deje de estar rosada, añade el vaso de vino blanco y deja que se evapore el alcohol.
- Echa el tomate y la leche, y déjalo cocer todo durante 20 minutos, para que los sabores se fusionen y la textura sea suave.
- Vamos a preparar la bechamel, y para ello seguimos esta receta que explica cómo hacer bechamel casera con fotografías y todo lujo de detalles. A continuación, un resumen:
- Echa la mantequilla en un cazo, y a fuego suave espera a que se deshaga y esté líquida.
- Incorpora la harina y mézclalo todo hasta que se forme una pasta homogénea sin grumos.
- Añade un poco de leche (medio vaso) y sigue mezclando bien. Cuando se haya integrado todo, añade el resto de la leche y no dejes de remover con unas varillas o una cuchara, para que no se te pegue en el fondo. Añade sal al gusto, y también especias, por ejemplo pimienta negra molida, nuez moscada y orégano.
- Cuando la salsa esté cremosa y con la textura adecuada, apártala del fuego y resérvala. Si en el momento de añadirla a los canelones está un poco espesa, añade un chorrito de leche y remueve bien.
- Precalienta el horno a 200ºC.
- Forra una bandeja de horno con papel de horno (para evitar que se te peguen), y a su lado ve montando los canelones: pon el canelón estirado sobre una superficie, y encima echa salsa boloñesa (como en la fotografía inferior), enróllalo sobre sí mismo y ve colocándolo en la bandeja de horno, unos pegados a otros, con cuidado de que no se desarmen. Sigue así con el resto.
- Echa la bechamel por encima, y también el queso rallado y especias al gusto (orégano, tomillo, romero…).
- Hornea los canelones durante 15 minutos a 180ºC. Cuando veas que el queso se ha dorado ligeramente, estarán listos. Sácalos del horno y déjalos reposar 5 minutos antes de servirlos.
- Primero vamos a elaborar la pasta fresca para los canelones, siguiendo esta estupenda receta sobre cómo hacer pasta fresca, tanto la receta como el uso de la máquina, y que a continuación te resumimos. Si prefieres utilizar pasta ya hecha, sigue leyendo más abajo.
Tiempo: 1 hora y 30 minutos (solo 45 minutos si preparas los canelones con pasta precocida)
Sirve y degusta
Pon la bandeja de horno directamente sobre la mesa, encima de un salvamanteles, y así puedes ir sirviendo los canelones bien calientes en pequeñas raciones para que el resto se mantengan mejor en bandeja con el calor.
Deléitate con su exquisita olor, el queso gratinado, la cremosidad de la salsa boloñesa y por supuesto todo el sabor de la auténtica pasta fresca 😛
Variaciones
Si quieres darle un toque de color y sabor a la pasta fresca, puedes mezclarla con distintas salsas para obtener pasta de colores. Al principio, junto con los huevos y la harina, añade salsa de tomate totalmente líquida para obtener pasta anaranjada, o puré de espinacas para pasta verde, y así con cualquier colorante o salsa que se te ocurra 😉
Ponle un plus de sabor a la salsa boloñesa añadiendo un poco de cayena molida cuando estás salteando la cebolla y las zanahorias. Todo un placer para los fans de lo picante 😉
Los canelones, al igual que las lasañas y por extensión la pasta en general, se puede acompañar y rellenar con infinidad de ingredientes. Carnes, pescados, verduras, quesos, salsas… ¡imaginación al poder! Te sugiero preparar con pasta fresca esta tradicional lasaña de carne a la boloñesa o la deliciosa lasaña de espinacas. Si te decides por unos espaguetis o tallarines, también puedes acompañarlos de salsa boloñesa casera, o con la exquisita salsa de estos macarrones de escándalo con bechamel de mostaza y queso 😉
Consejos
Compra siempre la carne picada escogiéndola directamente del mostrador de la carnicería, nunca de las bandejas que ya vienen preparadas, pues en calidad y sabor lo vas a notar muchísimo. Para la carne de cerdo, una muy recomendada es la de lomo de cabeza, y para la de ternera, puede ser de babilla o alguna otra que sea económica y no tenga demasiadas ternillas.
Si quieres elaborar hacer bastante cantidad de pasta fresca y conservarla, lo mejor es que la cuezas y después la guardes hasta 3 días en la nevera, o bien congelarla y utilizarla cuando te apetezca. Esto último viene genial para las lasañas y canelones, porque así dispones de láminas de pasta fresca que solo necesitas descongelar para poder utilizar 😉