Cómo hacer galletas de avena caseras, crujientes y muy fáciles. Receta paso a paso
Ingredientes para unas 16-20 galletas
- 1 huevo grande (L).
- 100 g de copos de avena.
- 50 g de mantequilla.
- 50 g de harina. Puedes utilizar harina de trigo y mejor aún si usas harina de avena, tendrá un sabor más pronunciado.
- 40 g de azúcar moreno.
- 1/2 cucharadita de postre de levadura química o polvos de hornear.
- 1/4 cucharadita de postre de sal.
- 1/2 cucharadita de postre de canela (opcional).
Son muy fáciles de preparar y también de darles forma con un truco que verás más abajo. Quedan crujientes, si si, crujientes, nada de abizcochadas, y tienen un sabor riquísimo sin caer en excesos de azúcar. A mi me gusta aromatizarlas con canela y además abajo en la sección de variaciones te cuento muchos otros ingredientes que puedes añadir a esta receta básica para dejarlas a tu gusto, ya sea chocolate, frutas frescas o secas, frutos secos…
Videorreceta de las galletas de avena
Preparación, cómo hacer galletas de avena caseras
- Corta los 50 g de mantequilla en trozos grandes, ponla en un bol apto para microondas y con apenas unos segundos en el microondas estará derretida (ve vigilándola y sácala cuando esté líquida o casi, ya que puede llegar a explotar un poco y manchar tu microondas). Mézclala con los 100 g de avena con ayuda de unas varillas, procurando que la empape bien.
- En otro bol casca el huevo, añade los 40 g de azúcar y el 1/4 de cucharadita de sal y mézclalo todo con unas varillas hasta que el aspecto sea bastante homogéneo. No es necesario batirlo, simplemente mezclarlo. Este es el momento de echarle también la canela si te gusta.
- Pon encima del bol un colador y echa encima los 50 g de harina y la 1/2 cucharadita de levadura. Coge el colador y ve moviéndolo y haciéndolo chocar con tu mano para que caiga sin grumos ni apelmazamientos, es lo que se conoce como tamizar. Mezcla bien con las varillas todos los ingredientes.
- Ahora añade a este bol la avena que ya estaba mezclada con la mantequilla. Mézclalo todo bien y ya tienes lista la masa para las galletas.
- Tapa el bol con papel film y guárdalo en la nevera unos 15 minutos para que la masa esté más compacta y sea un poco más sencillo darle forma a las galletas.
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador mientras formas las galletas.
- Ve cogiendo trozos de masa con una cuchara o un sacabolas de helado. En cualquier caso, ve dejando las porciones separadas unas de otras lo suficiente como en la fotografía (porque luego se expanden un poco en el horno) y sobre papel vegetal o un tapete de cocción.
- Dale a los trozos una forma más o menos redondeada pero sin meter las manos, simplemente con una cuchara o lengua de cocina. Recorta un cuadrado de papel vegetal, ponlo encima de cada bolita y aplasta con tu mano, de esta forma quedarán planitas y no se te pegarán. Si los bordes han quedado irregulares siempre puedes retocarlos un poco de nuevo con una cuchara o lengua de cocina. Ya ves que no quedan redondas perfectas (no es la intención) pero sí con un bonito aspecto rústico y no tienes que tocarlas con las manos para nada.
- Pon el papel o el tapete sobre una rejilla de horno, introdúcela en el horno y hornea las galletas durante unos 10 minutos, hasta que veas que se han dorado. A mi me han tardado exactamente 10 minutos.
- Sácalas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla para que no se humedezcan y queden crujientes.
Tiempo: 25 minutos
Sirve y degusta
Puedes degustarlas tibias o esperar a que se enfríen completamente, eso si, siempre y cuando las hayas dejado enfriar aunque solo sean unos 10 o 15 minutos sobre una rejilla, ya que son unas galletas que quedan crujientes y si no se enfrían adecuadamente se ablandarían. Las puedes conservar 4 o 5 días perfectamente (más no lo se porque en casa vuelan pero seguramente si), en un recipiente cerrado, y aunque conforme pasan los días van estando menos crujientes, siguen siendo deliciosas.
Acompaña tus desayunos o meriendas con estas galletas, por ejemplo con un café, un vaso de leche fría o un buen chocolate caliente, según la época del año y lo que más te apetezca. También están estupendas troceadas encima de un yogur 😉
Variaciones
Esta es mi receta básica para las galletas de avena y, manteniendo estos ingredientes, muchas veces les añado algo más, por ejemplo chips de chocolate, manzana en trocitos pequeños, pasas o arándanos secos, frutos secos como nueces o avellanas picadas… incluso a veces en una hornada divido la masa en dos y a una mitad le añado un ingrediente y a la otra mitad otro, así salen más variaditas.
También a veces sustituyo el huevo por unos 70 g de puré de calabaza (meto la calabaza en trocitos en el microondas y en 1 o 2 minutos ya la tengo blandita y puedo aplastarla con un tenedor) o plátano triturado y quedan también buenísimas, quizás menos crujientes pero con más sabor.
Consejos
Vigila bien las galletas en el horno, que no se doren demasiado porque si se queman, el sabor amargo es muy desagradable. Ya has visto en las fotografías que los bordes se doran antes que el resto de la galleta así que en cuanto el borde esté un poco dorado sácalas porque las galletas estarán perfectamente horneadas y crujientes.
Para guardarlas te recomiendo utilizar un recipiente hermético y si es transparente es genial porque así lucirán en tu cocina. Aguantan varios días en él aunque tampoco se hasta cuando porque no nos suelen durar demasiado 😉