Cómo hacer salsa al whisky casera. Receta muy fácil y deliciosa
Ingredientes para 4 personas
- 6 dientes de ajo.
- 200 ml de whisky.
- 500 ml de caldo de pollo o de carne, mejor si es casero. Puedes prepararlo utilizando nuestra receta de caldo de pollo casero.
- 2 cucharadas soperas de zumo de limón.
- 1 cucharada de postre de maicena (solo si quieres espesar la salsa).
- Aceite de oliva, pimienta negra recién molida y sal.
Es una salsa que siempre está ligada a la receta del solomillo al whisky aunque también se puede elaborar para otras carnes e incluso para servirla con verduras o pasta. En la receta verás trucos para dejarla a tu gusto, saber cómo espesarla y además en la sección de variaciones encontrarás muchas opciones para darle un toque diferente cada vez que la prepares. Queda muy sabrosa, con un puntito a limón que le va fenomenal y el toque del whisky, para no dejar ni gota en el plato.
Preparación, cómo hacer la receta de salsa al whisky
- Esta salsa la puedes preparar «por libre», es decir, sin elaborar una carne a la vez, o bien hacer como yo que preparé un riquísimo solomillo al whisky y el primer paso es dorar las rodajas de solomillo, apartarlas y cocinar la salsa en la misma sartén con el aceite que ha quedado y aprovechando los jugos de la carne.
- Machaca los ajos presionándolos con la hoja de un cuchillo grande o el mazo de un mortero para que se rompan pero que mantengan la piel.
- Utiliza una sartén o cazo para cocinar la salsa. Yo he usado una sartén bastante grande porque he preparado la salsa después de haber dorado unas rodajas de solomillo.
- Pon los ajos en la sartén o cazo con aceite (o el que quedaba de haber cocinado la carne) y cocínalos hasta que estén dorados por ambos lados. Otra opción es pelarlos, picarlos muy finitos y dorarlos apenas unos segundos hasta que empiezan a dorarse, aunque en ese caso yo utilizaría tan solo 3 ajos.
- Echa el whisky, pon el fuego fuerte y espera a que se evapore el alcohol, suele tardar unos 2-3 minutos.
- Añade el caldo junto con el zumo de limón y un poco de pimienta negra recién molida y en cuanto hierva la mezcla baja el fuego para que esté suave pero que siga borboteando.
- La salsa puede servirse líquida o bien un poco más espesa, y yo suelo decantarme por esta segunda opción. Para conseguirlo diluye la maicena en un poco de caldo o incluso agua y échala a la sartén cuando los líquidos estén hirviendo. Puedes ir adaptando la textura a tu gusto, ya que si en un momento dado ves que se ha espesado demasiado puedes añadir más caldo, y si por el contrario quieres que se espese más puedes añadir más maicena diluida. Recuerda que cuando las salsas espesadas así se enfrían un poco tienen a espesarse un poco más.
- La salsa ya la tendríamos prácticamente lista, solo falta cocinarla 10 minutos más a fuego suave. En mi caso durante esos 10 minutos introduje el solomillo de nuevo en ella para que se cocinara a la vez.
- Prueba la salsa por si tienes que rectificarla de sal.
Tiempo: 30 minutos
Sirve y degusta
Lo ideal es servir esta salsa bien caliente a la mesa en una salsera o directamente en los platos de los comensales. Si tienes que recalentarla porque la has preparado con antelación, ya sean unas horas o incluso el día anterior, caliéntala en un cazo y si está demasiado espesa puedes añadir un poco más de agua o caldo para diluirla un poco. Puedes conservarla 2-3 días en la nevera y también congelarla.
La salsa queda muy sabrosa, con ese toque a whisky pero sin la sensación de alcohol y de fondo siempre tiene el puntito del limón y le queda fenomenal. El caldo que utilices le va a marcar mucho el sabor así que mejor si es casero. Disfruta con todo tipo de carnes de esta salsa de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes utilizar cada vez que la prepares un tipo de whisky, aunque no es necesario que sea uno muy especial, y así le aportarás matices diferentes cada vez. Como curiosidad, aunque ese ingrediente es el que le da el nombre a la salsa, a veces se elabora con coñac y también queda genial. También le marca mucho el sabor el caldo que utilices, ya sea de pollo, de carne o incluso de verduras, y si es casero mejor que mejor.
Además de poder cocinar los ajos picados en vez de enteros y espesar o no la salsa, te recomiendo probar a echarle alguna especia a tu gusto como por ejemplo el comino y también hierbas como el tomillo o el romero.
Consejos
Hay a quien le gusta que se note más el limón y a quién menos. Lo que puedes hacer es echarle primero a la salsa 1 cucharada de zumo de limón y, cuando la tengas prácticamente lista, pruébala y decide si quieres echarle la otra.