Crema de alcachofas casera, deliciosa y saludable
Ingredientes para 4 personas
- Unas 12-14 alcachofas frescas. Lo que buscamos es tener al final alrededor de 600 g de alcachofas ya limpias y si son de tamaño medio cada una se queda en unos 55-60 g. Además hay que reservar 2 alcachofas para la decoración final.
- 1/2 limón para evitar que se oxiden las alcachofas.
- 1 puerro (solo la parte blanca, la verde puedes guardarla y utilizarla cuando prepares un caldo).
- 1/2 cebolla.
- 1 patata de tamaño medio.
- 1 l de agua.
- Aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida y sal (para la presentación final he utilizado sal en escamas por su toque crujiente pero puedes utilizar la que tengas o prefieras).
En la receta verás paso a paso cómo limpiar las alcachofas en un momento y qué sofrito cocinar para potenciar el sabor de la crema. Como extra verás cómo se preparan unas rodajas de alcachofa crujientes para acompañar la crema al servirla.
Preparación, cómo hacer crema de alcachofas
- Empezamos limpiando las alcachofas. Para ello quita con tus propias manos las hojas más exteriores y duras hasta llegar a esas que están un poquito más amarillas y suaves. Has de saber que siempre tienes que pelar la alcachofa un poco más de lo que te gustaría, ya que suele dar un poco de pena retirar tantas hojas pero es importante que llegues hasta las amarillas.
- Lo ideal es utilizar unas alcachofas de calidad pero si las que estás utilizando tienen en el interior los pelillos un poco duros puedes retirarlos con ayuda de una cucharita de postre.
- Pela (lo ideal es con un pelapatatas) el rabo.
- Por último corta el extremo inferior de la alcachofa.
- Ve poniéndolas en un bol lleno de agua con el zumo de limón para evitar que se oxiden. Eso si, como suelen flotar una parte de la alcachofa puede quedar fuera del agua y oxidarse así que un buen truco para evitarlo es colocar encima un colador o escurridor grande de manera que las alcachofas queden completamente sumergidas en el agua.
- Retírale al puerro las raíces y la parte verde, córtalo por en medio, de nuevo por en medio y pícalo.
- Pela la media cebolla, córtala en rodajas y después pícala finita.
- En una olla echa un poco de aceite de oliva y ponla a fuego medio. Cuando esté caliente incorpora la cebolla y el puerro junto con un poco de sal y cocínalos 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Lo que buscamos es que se doren un poco para aportar sabor a la crema.
- Al cabo de ese tiempo escurre un poco las alcachofas (reservando dos para la decoración final), córtalas en cuartos y añádelas a la olla. Sigue cocinando 2 o 3 minutos más.
- Pela la patata, córtala en cuartos y después en rodajas, añádela a la olla junto con un poco de sal y pimienta negra molida al gusto y termina de cocinar todos los ingredientes juntos otros 3 o 4 minutos más.
- Echa el agua a la olla (deberá cubrir de sobra las alcachofas) junto con un poco de sal y pon el fuego a temperatura alta.
- Cuando empiece a hervir baja el fuego para que esté a temperatura suave pero que siga borboteando y cuécelo todo junto unos 25 minutos. Para comprobar que ya está lista la crema pincha con un tenedor una alcachofa y un trozo de patata, si ya están tiernas ya tienes la crema cocinada pero si no es así sigue cocinándolas unos minutos más y vuelve a hacer la comprobación.
- Ahora toca triturar la crema de alcachofas. Utiliza lo más potente que tengas en la cocina para ello, en mi caso suelo hacerlo con un batidor de vaso o con un robot de cocina pero también serviría una batidora de mano. Dependiendo del método necesitarás más o menos minutos pero con una herramienta potente en 1 o 2 minutos estará lista y sin grumos.
- Si has limpiado bien las alcachofas sin dejar zonas verdes (lo ideal es quedarte solo con la parte amarilla) y las has cocinado bien no debería tener fibras ni grumos pero si no es así siempre puedes colar la crema. En mi caso no he tenido que hacerlo.
- Ahora es el momento de decidir si te gusta de textura o prefieres que quede un poco más ligera, en ese caso vuelve a echarla a la olla, añade un poco de agua hasta conseguir la textura que buscas y caliéntala de nuevo unos minutos.
- Mientras terminamos de cocinar la crema podemos preparar el acompañamiento de alcachofas crujientes, es muy fácil. Corta las dos alcachofas que habíamos reservado en rodajas finas y pon una sartén a fuego medio con aceite de oliva, que casi cubra con una capa muy fina el fondo de la sartén.
- Cuando esté caliente echa las alcachofas y cocínalas por cada lado entre 1 y 2 minutos o hasta que empiecen a dorarse.
- Ve dejándolas en un plato con papel de cocina para que suelten el exceso de aceite y permanezcan crujientes y cuando sirvas la crema ponle por encima varias rodajas de alcachofas crujientes junto con unas escamas de sal.
Tiempo: 1 hora y 15 minutos
Sirve y degusta
Esta crema se puede comer caliente y recién hecha pero también está muy rica templada o incluso fría, de hecho se presta a ser un perfecto primer plato o incluso cena ligera pero también es una buena idea servirla en vasos pequeños de aperitivo cuando queremos presentar algo original en una comida o cena un poco más especial. Si te sobra puedes conservarla en la nevera 3 o 4 días y también congelarla. Las alcachofas crujientes si te sobran conforme pasen los días dejarán de estar crujientes pero solo tienes que volver a pasarlas por una sartén para revivirlas.
Se trata de una crema con una textura súper apetecible y cremosa y además con un potente sabor a alcachofas ya que va muy concentrada. Sin duda el toque crujiente de las alcachofas a la plancha hacen que sea una combinación de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
La principal variación que puedes hacer es cambiar el acompañamiento final. Por ejemplo la clásica combinación de alcachofas y jamón siempre triunfa así que puedes ponerle a la crema por encima unos trocitos de jamón serrano o si prefieres un toque crujiente prepara este sencillo crujiente de jamón serrano en el microondas.
A la crema puedes añadir hierbas aromáticas para darle un toque diferente, por ejemplo un poco de tomillo o romero o incluso ambos.
Consejos
Para que la crema te quede con la mejor textura posible es importante utilizar alcachofas frescas y de calidad. A la hora de comprarlas fíjate en que tengan las hojas bastante duras y apretadas. Además lo ideal es que las compres en temporada, que suele ir desde noviembre hasta marzo.