Flamenquines cordobeses caseros. Receta de tapa tradicional
Ingredientes para 8 unidades
- 8 filetes de lomo de cerdo, que no sean muy gruesos.
- 8 lonchas de jamón serrano.
- Queso (opcional). Los flamenquines tradicionalmente no llevan queso pero a mi me gusta preparar la mitad con queso y la mitad sin él. Suelo utilizar queso gouda ya que no se derrite en exceso y queda muy bien pero puedes utilizar el que prefieras.
- Aceite de oliva o de girasol, cantidad suficiente para freír.
- Para rebozar:
- Harina de trigo.
- Pan rallado.
- 2 huevos M.
Son una tapa típica andaluza ya que aunque nació en Córdoba se ha ido extendiendo y es que no es para menos, su sencillez y su sabor y textura son buenas razones para ello. Sigue nuestra receta paso a paso para prepararlos muy fácilmente y conseguir un perfecto rebozado por fuera y en su interior un bocado jugoso.
Quizás la única dificultad por así decirlo es realizar una buena fritura pero si sigues nuestros consejos te quedarán estupendos. Si que es cierto que para freír bien lo mejor es ir adquiriendo cierta experiencia para saber entender el aceite y sus temperaturas y conseguir los mejores resultados, y también puedes optar por una freidora ya que simplifica mucho esta tarea.
Preparación, cómo hacer la receta de flamenquines
- Extiende los filetes de lomo de cerdo sobre una tabla y golpéalos con un martillo, mazo o similar para que se ablanden y queden planos y estirados. Yo utilizo un mazo que tengo para preparar mojitos, no tengo otro y me hace la función 😉
- Cubre cada filete con una loncha de jamón serrano (o media, según sean de grandes, aunque no pasa nada si la tienes que poner doble).
- Pon también queso en los que quieras que lo lleven. Fíjate en la fotografía, si lo pones córtalo en forma de barrita.
- Enrolla los lomos con su rellenos dentro de forma que queden bien apretados y así verás que no se deshacen en ningún momento.
- Pon en un plato harina, en otro los huevos batidos y en otro pan rallado.
- Ahora ve pasando cada flamenquín por cada uno y por todos lados, incluidos los laterales. Primero por el de harina y después sacúdelos un poco para retirar el exceso de harina que puedan haber cogido.
- Después pásalos por el plato con huevo, de nuevo por todos lados incluidos los laterales.
- Por último pásalo por pan rallado y de ahí ve poniéndolos en otro plato con el cierre del rollito hacia abajo para que queden bien sellados.
- Ahora toca freírlos y puedes hacerlo en sartén/cazo o en freidora.
- Flamenquines en freidora: ajusta la temperatura a 170ºC y cuando el aceite llegue a ella coloca los flamenquines en la red de la freidora sin que estén unos encima de otros. Sumérgelos en el aceite y a los 2 o 3 minutos súbelos y mira si están bien dorados por abajo. Si es así dales la vuelta para que se cocinen igualmente por el otro lado, pero si aún no están bien dorados déjalos algún minuto más.
- Flamenquines en sartén o cazo: calienta abundante aceite en una sartén o cazo pero sin llegar al punto de que humee. Introduce varios flamenquines a la vez pero que no estén unos encima de otros y cocínalos en torno a 3 minutos. Ve mirando si están dorados por debajo y cuando lo estén dales la vuelta y cocínalos 2 o 3 minutos por ese lado.
- Conforme vayan estando listos los flamenquines resérvalos en un plato cubierto con papel de cocina para que coja el exceso de aceite, y mientras sigue con el resto de tandas.
Tiempo: 40 minutos
Sirve y degusta
Nada más terminar de freírlos sácalos a la mesa porque es como más ricos están, recién hechos y calientes. Si te sobran puedes guardarlos en la nevera 2-3 días, y aunque perderán su punto crujiente exterior, para «resucitarlos» cuando los vayas a comer puedes volver a freírlos de nuevo o calentarlos en el microondas, aunque desde luego lo mejor es comerlos recién hechos.
Puedes servirlos directamente en los platos de los comensales o bien en un plato al centro de la mesa, acompañados de una ensalada refrescante y, si os gusta, un pequeño recipiente con mayonesa. Puedes presentarlos enteros o bien cortados, la verdad es que el corte queda fantástico pero si van rellenos de queso es mejor que cada comensal descubra la «sorpresa» al cortarlo por primera vez en su plato. La textura crujiente del rebozado y el toque saladito del jamón le van fenomenal al lomo y hacen que sea una tapa de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
La variación más conocida precisamente es la de incorporar queso en el centro, que personalmente me encanta porque el queso queda ligeramente derretido y su sabor casa fenomenal con el resto de ingredientes.
A veces también se sustituye el lomo de cerdo por jamón cocido y es una delicia. Y de relleno los he visto con pimientos del piquillo y les queda muy bien también, aunque ya no estaríamos hablando de los tradicionales.
Consejos
Cuando vayas a comprar el lomo de cerdo intenta que sea una pieza lo más ancha posible para que los filetes sean grandes y por tanto más sencillos de enrollar, aunque no pasa nada si solo encuentras lomos de pequeño tamaño ya que te quedarán unos flamenquines pequeñitos y riquísimos.
Manejar bien las frituras es cuestión de experiencia, ya que si el aceite tiene poca temperatura los flamenquines absorberán demasiado aceite y no quedarán bien, pero si por el contrario está demasiado fuerte quemarás la superficie más externa y no cocinarás bien el interior y el lomo podría quedar un poco crudo. Una ayuda extra puede ser la utilización de un termómetro de cocina o directamente una freidora si te estás iniciando, pero pienso que con practicarlo unas pocas veces y cometer algunos errores, lo tendrás controlado.