Focaccia italiana con olivas, alcachofas y mozzarella
Ingredientes para 2 focaccias
- 350 g de harina.
- 160 ml de agua (un poquito menos de un vaso).
- 1 patata grande.
- 12 g de levadura fresca (lo que equivale a medio cubito, ya que suele ir en unidades de 25 g).
- 8 corazones de alcachofas.
- 1/2 bola de mozzarella.
- Aceitunas negras de la variedad que prefieras (alrededor de unas 30, aunque eso va al gusto).
- Aceite de oliva, orégano y sal gorda.
Es un pan típico italiano, de forma plana, y su mayor peculiaridad es que se condimenta con hierbas aromáticas y otros ingredientes que suelen ser de sabores potentes, pero en poca cantidad, dejándole todo el protagonismo al pan. Es uno de esos panes que da mucho gusto preparar porque se hace prácticamente solo, ya que después del amasado es necesario dejarlo reposar, y apenas 20 minutos de horno se encargan del resto. Es muy versátil, facilísimo de preparar, se hornea rápidamente, y se puede degustar tanto recién hecho como ya enfriado. En esta ocasión las aceitunas y las alcachofas que le he puesto le sientan de 10 y la masa queda muy jugosa gracias a la patata que lleva.
Preparación, cómo hacer la receta de focaccia italiana con olivas, alcachofas y mozzarella
- Cuece la patata. Para ello, puedes utilizar el método tradicional de cocerla en agua hirviendo durante 20 minutos o… nuestro truco exprés! Pela la patata, córtala en rodajitas, introdúcela en un recipiente o tupper con un poco de aceite y sal, tápalo, mételo en el microondas durante 7 minutos y… lista! Saca el recipiente del microondas con cuidado de no quemarte, haz la prueba del tenedor: si puedes machacarla bien como para hacer puré, está lista, y si no, introduce otro par de minutos en el microondas y vuelve a hacer la prueba.
- Machaca la patata hasta hacerla puré, por ejemplo con un tenedor. Añade encima la harina y haz un hueco en el centro, a modo de volcán.
- Pon los 160 ml de agua en un vaso, introdúcelo en el microondas 10-15 segundos para que el agua esté tibia, y disuelve en ella la levadura fresca. Vuélcalo en el hueco de la harina y la patata y amasa hasta conseguir una bola de masa lisa. Déjala fermentar durante al menos una hora, mejor en un lugar cálido y sin corrientes de aire.
- Mientras reposa, prepara el relleno. Para ello, corta las aceitunas negras por la mitad o pícalas, como prefieras. Escurre muy bien los corazones de alcachofas y córtalos en cuartos, y la mozzarella en láminas finitas que después desmenuzarás con los dedos.
- Amasa de nuevo la masa y dívidela en dos, como en la fotografía. Encima de papel de horno, extiende cada masa con ayuda de tus manos y un rodillo hasta que tengan un grosor máximo de 1,5 cm, y déjalas reposar media hora para que sigan fermentando un poquito más.
- Precalienta el horno 10 minutos antes de introducir las focaccias en él, a 180ºC.
- Al cabo de media hora, clava la yema de tus dedos sobre la masa para darle la característica textura, pon encima las alcachofas, las aceitunas negras, la mozzarella, el orégano y un poco de sal gorda, y píntalas ligeramente por encima con aceite de oliva.
- Introdúcelas en el horno a media altura durante unos 20 minutos a 180ºC.
- Verás que están ligeramente doradas por encima (se dora más que una pizza, por el efecto del aceite en su corteza superior). Saca las focaccias del horno y déjalas templar sobre una rejilla para que no se humedezcan por debajo y mantengan su característico toque ligeramente crujiente en la superficie y la base.
Tiempo: 20 minutos de preparación, 1 hora y 30 minutos de reposo y 20 minutos de horno
Sirve y degusta
Recién salida del horno (a mi me encanta así) o ya enfriada, la focaccia italiana te va a encantar. El toque dorado que aporta la cocción a las alcachofas, las olivas y la mozzarella es una delicia, por lo que esta es una de esas focaccias que apetece comer incluso como plato único, al contrario de lo que pasa con otras que solamente van condimentadas con especias y son más bien para acompañamiento y entrante. Puedes añadirle un chorrito de aceite de oliva antes de tomarla para darle un plus de sabor. Utilízala para servirla como aperitivo o primer plato 😉
Variaciones
Lo mejor de las focaccias es su versatilidad, ya que admiten prácticamente cualquier tipo de hierba o especia, y algunos ingredientes, entre los que destacan los quesos, de cualquier variedad (y cuanto más potentes de sabor mejor 😛 ), las aceitunas, anchoas, tápenas, cebolla, puerro… Puedes hacerla completamente a tu gusto! Eso sí, no te pases de ingredientes o estarás haciendo una pizza 😉
Consejos
Respeta los tiempos, tanto la primera fermentación como la segunda, y el horneado. Si a los 20 minutos de horno no está su superficie dorada, déjala otros 5-10 minutos más.
Si has tenido que prepararla con antelación y te gusta calentita, puedes volver a calentarla después con un breve toque de horno durante 2-3 minutos, o incluso si vais a comerla casi al momento, resérvala con un paño por encima para que no se enfríe.
Trata de incorporar ingredientes que no suelten líquidos, o si son propensos a soltarlos (como alcaparras o alcachofas en conserva), escúrrelos bien antes de añadirlos a la masa.