Langostinos al ajillo, un aperitivo exquisito y fácil
Ingredientes para 4 personas
- Unos 30 langostinos frescos o congelados, y si son congelados procura que sean de la mejor calidad.
- 4 dientes de ajo.
- 4 guindillas secas.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Es un aperitivo exquisito y fácil, una forma fantástica de disfrutar de los langostinos sin complicaciones y que suele gustar a todo el mundo. Necesitas muy pocos ingredientes y los langostinos quedan muy tiernos y además sabrosos gracias al toque del ajo doradito en un buen aceite de oliva y el puntito picante de las guindillas. Es por eso que siempre recomendaré servirlos con unas buenas rebanadas de pan para mojar el aceite y no dejar ni gota. La receta la puedes preparar con langostinos frescos o congelados y por eso en la receta te cuento cómo descongelarlos y además cómo pelarlos y una idea de aprovechamiento de las cabezas y las cáscaras, para que no se desaproveche nada.
Cómo hacer la receta de langostinos al ajillo
- Para cocinar langostinos congelados siempre hay que descongelarlos previamente. Para ello puedes dejarlos unas horas en la nevera o, si quieres hacerlo de forma rápida, sumérgelos en agua fría y en una hora o incluso menos estarán descongelados. Lo sabrás porque al presionarlos con tus dedos no notarás el interior duro.
- Una vez que los hayas descongelado o si son frescos, comenzamos. Lava muy bien los langostinos bajo un chorro de agua fría y pélalos quitándoles primero la cabeza y después la cáscara del cuerpo. Yo siempre guardo y congelo sobre todo las cabezas y a veces también las cáscaras para cuando necesite preparar un caldo de marisco o un fumet casero, así no se desperdicia nada.
- Pela los ajos y córtalos en rodajas finas.
- En una sartén que no se pegue echa un poco de aceite de oliva, que casi cubra el fondo, y ponla a fuego medio. Cuando esté caliente incorpora las rodajas de ajo y las guindillas, baja el fuego para que esté suave y cocina hasta que los ajos estén un poco dorados por ambos lados. Procura que no se quemen ni se doren en exceso para que no marquen excesivamente el sabor del plato.
- En ese momento incorpora los langostinos a la sartén junto con un poco de sal, cocínalos apenas 2 minutos dándoles la vuelta cuando lleven 1 minuto y listos.
Tiempo: 20 minutos
Sirve y degusta
Ponlos en una cazuela de barro al centro o incluso sírvelos en cazuelitas individuales, recién hechos y bien calientes y acompañados del aceite con los ajos y las guindillas. Lo ideal es que no te sobren ya que los langostinos se resecan un poco de un día para otro pero puedes guardarlos en la nevera hasta 2-3 días. Eso si, el aceitito no lo tires, guárdalo en un recipiente en la nevera hasta 1 semana, te servirá para ponérselo por ejemplo a un pescado a la plancha o al horno o incluso para aliñar un plato de pasta.
Disfruta de unos langostinos jugosos con un toque picantito y por supuesto el aroma del ajo y no olvides unas rebanadas de pan con buena miga para mojar el aceite, está de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Si te gusta mojar pan te animo a que los cocines con un poco más de aceite (pero sin pasarte) para que así quede aceite sobrante en las cazuelas cuando las termines de comer y lo rebañes con una buena rebanada de pan.
Puedes prescindir del toque picante si lo prefieres y por supuesto modificar la cantidad de guindillas a tu gusto e incluso aumentar bastante la cantidad de ajos si te gustan mucho.
Consejos
Utiliza unos langostinos de buena calidad, vale la pena una inversión de vez en cuando para darle una alegría al paladar.
Si quieres preparar esta receta con unas horas de antelación pela los langostinos y déjalos en un recipiente cerrado en la nevera y cocina los ajos y las guindillas en aceite hasta que los ajos empiecen a dorarse. Así, en el último momento solo tendrás que calentar de nuevo la sartén, añadir los langostinos, 2 minutos de cocción y a la mesa. Si es posible saca los langostinos unos 30 minutos antes de la nevera para que no estén muy fríos y se cocinen mejor.