Masa de pizza esponjosa y casera
Ingredientes para 1 pizza rectangular del tamaño de la bandeja de horno o 2 redondas
- 300 g de harina de fuerza. Para saber que es harina de fuerza debes ver en el paquete que cada 100 g ponga que tiene de proteínas más de 11 g.
- 7 g de levadura fresca (o 2,5 g de levadura seca).
- 1 cucharadita de sal.
- 15 g de aceite.
- 200 ml agua.
Cuanto disfruto haciendo mis propias masas. Para las de pizza estoy realmente viciada, ya que tiene una serie de ventajas indiscutibles el hacerlas en casa con tus propios ingredientes. Además de muy sencillo, descubres que puedes aportarle el grosor y esponjosidad que prefieras, y puedes innovar incorporando a la harina algunos ingredientes como especias (orégano, tomillo, romero) o incluso queso rallado, para hacer una masa realmente original y única, que estará deliciosa. Para mi una de las mejores cosas de hacer pizza en casa es que puedes hacer mucha cantidad a la vez y que sobre para el día siguiente y al contrario de lo que ocurre con otro tipo de pizzas ya preparadas, seguirán muy jugosas y con un simple golpe de calor en el horno (o incluso en el microondas!) podrás consumirla y notarás cómo los ingredientes han impregnado con su sabor la masa y… qué delicia, de escándalo!! Sin más, vamos a preparar una increíblemente jugosa masa de pizza esponjosa 😛
Preparación, cómo hacer masa para pizza esponjosa y casera
- Realiza el tamizado de los 300 g de harina, haciéndola pasar por un colador y que caiga en el bol. Este proceso sirve para que la harina no presente grumos o apelmazamientos, y coja aire para que la mezcla con el agua sea más sencilla.
- Añade la cucharadita de sal y remueve. Haz un volcán en el centro, distribuyendo la harina hacia las paredes del mismo.
- Calienta 200 ml de agua (por ejemplo en el microondas, en un vaso, durante 10-15 segundos) hasta que esté a unos 37º, es decir, que la toques con un dedo y la sientas en tu temperatura, ni fría ni caliente (aunque es importante que no te pases de caliente, mejor algo más fresquita, porque si no podrías matar las propiedades de la levadura).
- En ese agua, diluye los 7 g de levadura fresca, y añade la mezcla al centro del volcán.
- Remueve un poco con una cuchara, y añade los 15 g de aceite. Remueve para que la harina absorba el agua y la textura no sea líquida.
- A continuación, enharina una superficie de la cocina, pon la masa encima y comienza a amasar. Ve jugando un poco: si la masa se pega a tu mano, déjala reposar 5-10 minutos y vuelve a amasarla, puedes repetir este proceso varias veces, verás que cada vez se pega menos. Intenta crear una masa lo más compacta posible, amasando como te sea más cómodo. Para que te quede lo más elástica y fina posible, estírala a lo largo y después enróllala en forma de espiral. Vuelve a juntar la masa y repite varias veces.
- Haz una bola y déjala reposar en un bol. Píntala con un poquito de aceite por encima, para que su superficie no quede dura o deshidratada, y tapa con un paño de algodón ligeramente humedecido o papel film. Déjala reposar 30 minutos – 1 hora, dependerá de la temperatura ambiente (en verano con 30 minutos basta). Deberá doblar su volumen.
- Divídela en 2 partes si vas a preparar dos pizzas redondas, pero no la dividas si vas a prepararla con forma rectangular del tamaño de la bandeja del horno. Empieza con la mano a trabajar cada bola encima de papel de horno. Estírala primero con las manos y luego si quieres con el rodillo, ajustando su grosor, aunque lo ideal es hacerlo todo con las manos. Puedes dejarla más o menos fina, y entonces dejarla fermentar de nuevo 15-30 minutos, hasta que le grosor sea de tu agrado. En ese momento, añade los ingredientes que prefieras y… al horno!
Videorreceta de la masa de pizza casera
Tiempo: 20 minutos más 30 – 60 minutos de reposo.
Sirve y degusta
Ya tienes lista tu base de pizza esponjosa perfecta para añadirle los ingredientes que prefieras. Con 10-11 minutos a 200º (y horno precalentado unos 10 minutos antes) será suficiente para que tu masa quede suficientemente jugosa y esponjosa, y los ingredientes fundidos sobre ella, ¡vaya delicia!
Con esta masa puedes elaborar una deliciosa pizza carbonara como la de la fotografía de abajo. Está de… ¡escándalo!
Variaciones
Aquí tienes otra receta, pero con la masa de pizza fina. Simplemente a la hora de estirarla debes dejarla lo más fina posible y añadir los ingredientes rápidamente para que no vuelva a subir. Además lleva un poco más de levadura, pero el resto del proceso es exactamente igual.
Una forma muy divertida y deliciosa de variar la masa de pizza es incluirle alguna especia a la harina, por ejemplo orégano, o incluso queso rallado, el resultado es espectacular.
Consejos
Déjala fermentar el tiempo suficiente. En épocas más calurosas, con apenas media hora bastará, pero en invierno puede tardar más de la cuenta. Un buen consejo es dejar el bol fermentando cerca de algún tipo de calefacción (aunque a cierta distancia, sin pegarlo), y así se acelerará el proceso. Vigila que al menos doble su volumen.
Mide bien la cantidad de cada ingrediente porque te los he escrito exactos, así acertarás con tu masa. Y recuerda no pasarte de harina al amasar, ya que podría quedarte demasiado rígida. Procura que no pierda su elasticidad, pero que tampoco se te pegue en exceso en los dedos. Un truco: si se te pega mucho a los dedos, déjala 5 minutos descansando sin amasarla, y solamente si sigue igual de pegajosa, añade un poquito más de harina.
La harina de fuerza junto con la levadura fresca le aportan jugosidad e incluso un sabor que le da sentido a esta receta. No pienses que utilizar levadura fresca es más complicado, ya que solamente debes disolverla en agua e incorporarla a la mezcla, ¡así de sencillo! Podrás encontrar ambos ingredientes en cualquier cadena de supermercados (y a precio muy económico): la harina de fuerza junto al resto de harinas, y la levadura fresca en zona refrigerada.