Polvorones caseros con almendra. Receta sencilla de dulce navideño
Ingredientes para alrededor de 20 unidades
- 250 g de harina de trigo.
- 100 g de azúcar glas y más azúcar glas para decorarlos por encima.
- 140 g de manteca de cerdo a temperatura ambiente.
- 70 g de almendras crudas o tostadas, ya sean enteras o hechas ya harina.
- 1/2 cucharadita de canela en polvo.
Uno de los dulces navideños más clásicos y que se preparan de forma muy sencilla. Los polvorones guardan mucha relación con los mantecados y de hecho las recetas se parecen mucho pero, a diferencia de estos, los polvorones llevan harina de frutos secos (generalmente almendra) y van cubiertos de azúcar glas. En cuanto a su forma, los más tradicionales solían ser alargados pero también podemos encontrarlos redondos como lo que he preparado yo.
Su textura es ligeramente hojaldrada y entre cremosa y granulada, y el sabor lo marcan las almendras tostadas y la canela, por lo que son una delicia y más aún si los hemos preparado caseros y con mimo. Lo mejor de todo es que aguantan varias semanas en perfecto estado si están guardados en un recipiente cerrado, por lo que podemos evitarnos agobios de última hora y dejarlos listos con bastante antelación.
Cómo hacer la receta de polvorones caseros con almendra
- La primera parte tiene que ver con las almendras, ya que las necesitamos molidas y tostadas así que hay muchas combinaciones posibles ya que puedes comprarlas crudas o tostadas, molidas o enteras y tostarlas antes o después de molerlas (si es que necesitas hacerlo).
- Yo he hecho todo el proceso así: he comprado almendras crudas, las he triturado con un batidor de vaso (se puede utilizar cualquier robot de cocina o procesador de alimentos), eso si, solo hasta que están hechas harina ya que si trituramos demasiado obtendremos una crema de almendras y no es lo que buscamos.
- Para tostar la harina de almendras he hecho el proceso de secar la harina y las he introducido en el horno a la vez, vigilándola bien, removiéndola cada 5 minutos y sacándola cuando estaba doradita.
- Para secar la harina de trigo y así eliminar su humedad pon el horno a 100ºC con resistencia superior e inferior activas, pon la harina en una bandeja de horno bien extendida y cuando el horno haya alcanzado la temperatura introduce la bandeja en él a media altura.
- Cuando lleve 10 minutos remuévela con una cuchara, a los siguientes 10 minutos remuévela otra vez, y aproximadamente cuando lleve 30 minutos en el horno estará lista, la notarás mucho más suelta de lo habitual. Ve vigilándola porque lo que no debe suceder es que se tueste o dore, debe seguir completamente blanca. El objetivo es quitarle la humedad que pueda tener, y si tienes prisa también puedes subir el horno hasta 170ºC, removerla cada pocos minutos y sacarla a los 10 o 15 minutos.
- Pasa la harina de trigo a un cuenco amplio para que se enfríe.
- La harina de almendras ha quedado con este color, dorada y lista para usarse.
- Mientras secas la harina de trigo saca la manteca de cerdo de la nevera para que después no esté tan fría. Cuando haya pasado un rato pon la manteca de cerdo en un bol y muévela con unas varillas para que se vuelva cremosa.
- Añade al bol el azúcar glas y la canela y mezcla con las varillas.
- Incorpora la harina de trigo ya fría haciéndola pasar a través de un colador para que caiga sin grumos y sigue mezclando la masa hasta que el aspecto sea prácticamente homogéneo.
- Por último añade la harina de almendras tostada, amasa un poco con tus manos y hazla una bola.
- Si está muy blanda puedes dejarla 5 o 10 minutos en la nevera, pero si se mantiene firme puedes seguir trabajándola.
- Estírala con un rodillo sobre papel de horno. El grosor que deberás dejarle es de aproximadamente 1 centímetro, aunque esto ya va en gustos.
- Para darles forma a mi me gusta cortarlos con un cortapastas redondo y no muy grande. Ve colocando los polvorones sobre papel de horno o sobre un tapete antiadherente (es lo que he utilizado yo).
- La masa que te haya quedado entre cada círculo vuelve a amasarla, aplanarla y saca más polvorones hasta que se acabe.
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo (sin ventilador), y cuando llegue a esa temperatura introduce el tapete o papel sobre una rejilla de horno en el horno a media altura.
- Hornéalos 10-15 minutos o hasta que veas que están ligeramente dorados por encima (cuidado porque de un minuto a otro cambian mucho y pueden llegar a quemarse con facilidad). Sácalos del horno y no los toques hasta que se enfríen, son muy frágiles.
- Cuando estén totalmente fríos ya puedes espolvorearlos con azúcar glas por encima y guardarlos así en un recipiente o envolver cada uno en papel de seda como he hecho yo. Para echar el azúcar glas de la mejor forma lo ideal es que cojas una cucharada de azúcar, la eches sobre un colador pequeño y éste lo muevas hacia los lados encima de los polvorones para que les caiga una fina lluvia de azúcar.
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Siempre solemos probar alguno justo cuando se acaban de enfriar y le echamos el azúcar pero lo cierto es que este tipo de dulces ganan con el reposo y al día siguiente su sabor es más potente aún. Además se mantienen fenomenal en un recipiente cerrado durante, que yo haya comprobado, al menos un mes, y por eso los suelo preparar con bastante antelación para Navidad.
Es un bocado tradicional que trae muchos recuerdos y el hecho de que se coman solamente en Navidad los hace más especiales aún. Esa textura entre cremosa y terrosa, ligeramente hojaldrada, y ese sabor a almendras tostadas y canela es un auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes ponerles o no canela, echarles o no semillas de sésamo e incluso añadir ralladura de limón o naranja.
Lo tradicional es prepararlos con almendras pero puedes utilizar cualquier otro fruto seco, por ejemplo avellanas o nueces.
Si tienes cortadores con formas no dudes en utilizarlos, por ejemplo para hacer estrellas, corazones, triángulos o lo que se te ocurra. También hay quien los envuelve en papel de seda y antes de comerlos comprimen el polvorón dentro del papel con las manos para, según la costumbre, que al abrirlo siga compacto y no se desmigue. La verdad es que tratados con cariño y envueltos en papel no suelen desmigarse pero ¿y lo divertido que es espachurrarlos con las manos?
Consejos
Si necesitas elaborar esta receta de forma exprés puedes no secar la harina, pero la textura final será menos fina y un poco más apelmazada.
Ya que aguantan semanas e incluso meses si los mantienes en un recipiente cerrado, te animo a que los prepares con antelación a la Navidad para ir sin prisas y tenerlos listos para esos días. De sabor y textura seguirán estando riquísimos y así evitas las prisas de última hora. Eso si, si además te vas a animar a elaborar una gran cantidad siempre puedes dividir la masa inicial (antes de añadir las almendras), dividirla en varias partes y a cada una echarle un fruto seco diferente, unas semillas, algún ingrediente aromático… lo que prefieras.