Potaje de garbanzos con langostinos, muy fácil y rico
Ingredientes para 4 raciones
- 300 g de garbanzos secos.
- 400 g de langostinos crudos. Yo suelo comprarlos congelados porque resultan más económicos.
- 2 hojas de laurel.
- 3 dientes de ajo para cocer los garbanzos y 2 dientes más para el sofrito.
- 2 rebanadas de pan (o 3 si son muy pequeñas como las que yo he utilizado).
- 1/2 cebolla.
- 1/2 pimiento rojo.
- 1 cucharadita de postre de pimentón dulce.
- 150 g de tomate triturado (yo siempre prefiero sin pieles ni pepitas así que lo compro ya tamizado o bien lo trituro y cuelo en casa).
- 40 ml de vino blanco.
- Perejil para decorar.
- Aceite de oliva y sal.
Se prepara un majado a partir de un sofrito que es una auténtica delicia y que, además de dar sabor, espesa el caldo del potaje y lo deja con una textura buenísima. En la receta verás que enseño a prepararlo tanto en olla normal como en olla express, obteniendo en ambas un resultado espectacular pero ahorrando mucho tiempo y energía con la olla rápida.
Preparación, cómo hacer potaje de garbanzos con langostinos
- Pon a remojo los garbanzos en un bol con agua (deben estar totalmente cubiertos) durante una noche entera (al menos 10-12 horas.
- Descongela los langostinos si estaban congelados, lávalos bien y pélalos separando por un lado la cabeza y las cáscaras y por otro lado los cuerpos.
- Pon las cabezas y las cáscaras en una olla con un poco de aceite de oliva y saltéalas a fuego medio durante un par de minutos. Verás que cambian su color gris por el clásico color naranja de los langostinos ya cocinados.
- Añade 1 litro de agua, sube el fuego para que esté fuerte y cuando hierva baja la temperatura para que se mantenga suave pero siga borboteando, tapa la olla y cocina durante 15 minutos. Cuando acabe, aprieta con un cucharón o unas pinzas de cocina las cabezas para que suelten todo su jugo.
- Cuela el caldo y ponlo en la olla en la que vayas a cocinar los garbanzos. No lo eches todo, reserva medio vaso (unos 100 ml) para utilizarlo después al triturar el sofrito. Pon el fuego alto para que esté hirviendo cuando eches los garbanzos.
- Escurre los garbanzos y ponlos en la olla donde está el caldo de los langostinos junto con tres dientes de ajo sin pelar y las dos hojas de laurel, y cuécelos hasta que queden tiernos. Sigue nuestras indicaciones según el tipo de olla que utilices:
- Si utilizas una olla a presión como la nuestra, ponla a fuego medio-bajo, ciérrala y, cuando aparezcan las 2 anillas rojas baja un poco el fuego (pero suficiente para que mantenga todo el tiempo las dos anillas visibles) y deja que se cocinen tan solo 15 minutos, después simplemente aparta la olla del fuego y espera a que baje la presión y no se vea ninguna anilla para abrirla.
- Si utilizas una olla normal necesitarás cocinarlos entre 1 hora y 1 hora y media, hasta que compruebes que están tiernos. Sube el fuego para que hierva el agua, y cuando eso ocurra bájalo casi al mínimo para que se cocinen lentamente, siempre tapados y removiendo de vez en cuando.
- Mientras se cuecen los garbanzos pela los dos dientes de ajo para el sofrito y córtalos en rodajas finas.
- En una sartén echa un poco de aceite y ponla a fuego medio-bajo. Cuando esté caliente añade los ajos y cocínalos hasta que se doren por ambos lados. Reserva aparte.
- En ese mismo aceite cocina las rebanadas de pan de forma que queden doradas por ambos lados. Reserva.
- Pela y pica la cebolla finita y pica también muy finito el pimiento rojo.
- En esa misma sartén echa un poco de aceite y cocina la cebolla y el pimiento rojo a fuego medio con un poco de sal hasta que estén tiernos y ligeramente dorados. Suelen tardar algo menos de 10 minutos.
- Añade el tomate licuado junto con el pimentón y cocínalo todo junto 5 minutos más.
- Sube el fuego para que esté alto y echa el vino blanco. Espera 2-3 minutos hasta que se evapore el alcohol.
- Tritura los ajos, las rebanadas de pan y el sofrito, todo junto, con el caldo que habíamos reservado. Conseguirás una crema con un aspecto homogéneo y denso.
- Cuando los garbanzos estén listos y hayas podido abrir la olla ya sin presión, retira de ella los ajos y las hojas de laurel y pon el fuego a temperatura media.
- Cuando empiecen a hervir incorpora el triturado que hemos preparado junto con sal ya que anteriormente a los garbanzos ni al caldo le habíamos echado. Cocínalo todo junto 5 minutos.
- Añade los cuerpos pelados de los langostinos a la olla y apaga el fuego ya que con el calor que queda se cocinarán perfectamente, tomando su característico color anaranjado.
- Pruébalo por si necesitas rectificar de sal.
- Lava el perejil, déjalo secar o sécalo con papel de cocina y pícalo para decorar los platos.
Tiempo: 2 horas (son en torno a 1 hora y media de cocción a fuego lento) en olla normal, o 1 hora utilizando olla a presión, y además remojo de los garbanzos la noche anterior
Sirve y degusta
Este plato debe servirse bien caliente en la mesa aunque puede estar recién hecho o bien preparado del día anterior ya que los potajes y guisos están incluso más sabrosos al día siguiente. Si te sobra puedes guardarlo en la nevera 2-3 días sin problemas e incluso congelarlo.
Sírvelo en los platos de los comensales y espolvorea por encima un poco de perejil picado. Si te gusta acompañar con pan sirve unas buenas rodajas al centro de la mesa y a disfrutar de este potaje de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
En vez de pimentón dulce puedes utilizar pimentón picante o mitad y mitad, a tu gusto. También puedes incorporar otras especias como por ejemplo el comino, que le van muy bien a los garbanzos.
Consejos
Como los garbanzos congelan genial, te animo a que prepares el doble de cantidad si tu olla te lo permite y después puedes congelar el potaje de garbanzos en porciones que te vendrán genial para los días que no tengas tiempo de cocinar pero te apetezca un plato de cuchara riquísimo y reconfortante. También te recomiendo cocinarlo de un día para otro porque los sabores serán aún más potentes.
Si después de incorporar el sofrito triturado quieres que el caldo tenga más consistencia, puedes triturar unos pocos garbanzos con algo de caldo y volverlos a echar en la olla. Hazlo hasta que consigas la textura que buscas.