Rape al horno con patatas panaderas, salsa de almendras y alcachofas
Ingredientes para 4 personas
- 4 o 2 colas de rape, según sea su tamaño y lo que quieras servir por comensal. Pueden ser frescas o congeladas, lo que te permita el bolsillo.
- 1 cebolla.
- 3-4 patatas de tamaño medio.
- 100 ml de vino blanco.
- Unas ramas de tomillo y romero, ya sean frescas o secas.
- 6 alcachofas frescas.
- Aceite de oliva y sal.
- Para la salsa de almendras (con estas cantidades te saldrá bastante cantidad de salsa, así que si solo la quieres para esta receta puedes elaborarla con la mitad de los ingredientes):
- 100 g de almendras crudas peladas.
- 2 rebanadas de pan blanco.
- 1 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 100 ml de vino blanco.
- 250 ml de caldo de pescado. Lo ideal es que sea casero (aquí tienes nuestra receta para preparar un buen caldo de pescado o fumet casero), y en caso de no disponer de caldo también se podría hacer con agua aunque con caldo queda más rica y sabrosa.
Muy sencilla de preparar y sin embargo estéticamente queda ideal para ocasiones especiales como la Navidad, muy vistoso y sobre todo con una combinación de sabores muy rica.
Las patatas con una cama de cebolla quedan tiernas y sabrosas, con algunas zonas más crujientitas, el pescado jugoso y buenísimo, la salsa de almendras le acompaña fenomenal y queda cremosa y su sabor no puede ser más navideño, y los chips de alcachofas aportan alegría al plato y están buenísimos. Además más abajo podrás leer recomendaciones por si tienes que dejarte esta receta preparada con antelación casi al completo, para que salga a la mesa como recién hecha.
Cómo hacer rape al horno con patatas panaderas, salsa de almendras y chips de alcachofas
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador
- Pela la cebolla, córtala por la mitad y después en tiras.
- Reparte la cebolla en la bandeja de horno que vayas a utilizar y échale un poco de sal.
- Pela las patatas y córtalas en rodajas finas, aproximadamente unos 3 mm de grosor. Yo he utilizado una mandolina porque así es muy rápido cortarlas y quedan todas con el mismo grosor pero también puedes hacerlo con un cuchillo.
- Coloca las patatas encima de la cebolla, siendo lo ideal que como mucho haya dos capas de patatas para que se horneen bien (cuando hayas puesto una capa échale un poco de sal y aceite y a continuación sigue con la segunda capa). Si necesitas hornear más cantidad de patatas deberás utilizar una bandeja más grande para que te quepan bien y no queden muy amontonadas.
- Echa por los laterales de la bandeja el vino blanco para evitar en lo posible que arrastre el aceite y la sal de las patatas y coloca por encima las ramitas de tomillo y romero.
- Cubre la bandeja con papel de aluminio e introdúcela en el horno a altura media durante 20 minutos.
- Saca las patatas, destápalas y vuelve a hornearlas así durante 15 minutos. Si ves antes de ese tiempo que las puntas de varias patatas empiezan a dorarse, puedes sacarlas en ese momento.
- Al sacar las patatas, si ves que apenas hay líquido en el fondo puedes echar un poco más de vino blanco.
- Coloca encima las colas de rape, échales un poco de aceite y sal por encima, sube la temperatura del horno a 200ºC pero solo la resistencia de arriba y de abajo y hornéalos durante unos 20 o 25 minutos, hasta que veas que no están crudos y, por lo general, los lomos empezarán a separarse un poco de la raspa central.
- Mientras se hornean las patatas puedes preparar la salsa de almendras:
- Pon las almendras en un cazo con un poco de aceite de oliva (un par de cucharadas soperas) a fuego suave y ve moviendo el cazo de vez en cuando para que se doren de manera uniforme. Estate pendiente cuando empiecen a estar doradas ya que se acumula mucho calor en las almendras y el aceite y en cuestión de un minuto pueden pasar de doradas a quemadas. Yo lo que hago es apartar el cazo del fuego cuando empiezan a dorarse y con el calor que queda terminan dorándose fenomenal. Ponlas en un recipiente aparte.
- Corta las rebanadas de pan en trocitos y cocínalas a fuego suave en el aceite de las almendras hasta que se doren y estén crujientes. Reserva junto a las almendras.
- Pela la cebolla y pícala finita. Haz lo mismo con el diente de ajo.
- Echa el ajo en el cazo, que esté a fuego suave, mueve un poco y enseguida incorpora la cebolla junto con un poco de sal. Cocina algo menos de 10 minutos o hasta conseguir que la cebolla esté tierna y ligeramente transparente, apenas empezando a dorarse.
- Machaca un poco las almendras en un mortero y añádelas al cazo junto con el pan y cocínalo todo junto 3 minutos.
- Incorpora el vino blanco, sube el fuego para que esté alto y espera 2-3 minutos a que se evapore el alcohol.
- Añade el caldo y cocina a fuego suave 15 minutos.
- Tritura la salsa con una batidora de mano, de vaso o un robot hasta que esté fina y con la textura que más te guste. Yo a veces le he tenido que añadir más caldo para que quedase menos densa, pero esto ya va en gustos.
- Pruébala por si tienes que rectificarla de sal.
- Por último y mientras el pescado se hornea prepara los chips de alcachofas:
- Córtales el rabo (si lo pelas el interior está muy rico para prepararlo tanto cocido como a la plancha, pero en esta elaboración no lo vamos a utilizar) y quítales con tus propias manos las hojas más exteriores y duras hasta llegar a esas que están un poquito más amarillas y suaves. Corta el extremo inferior de las alcachofas, de nuevo para quedarte con la parte más amarilla y solo un poco de la zona verde.
- Corta las alcachofas en rodajas finas y ponlas en una sartén con un par de cucharadas soperas de aceite a fuego medio. Cocínalas por un lado y cuando levantes alguna y se haya dorado ya puedes darles la vuelta y cocinarlas por el otro lado. Suelen tardar apenas unos 3 minutos por cada lado aunque depende de su grosor.
- Ve dejándolas en un plato con un papel de cocina para que absorba el posible exceso de aceite y así favorecer que queden crujientes, y échales un poco de sal cuando todavía están calientes. Si quieres que queden muy crujientes deberás esperar a que estén bastante doradas pero si están menos hechas, aunque no crujan, también quedarán buenísimas.
- Cuando el rape esté listo ponlo en un plato y retírale la raspa central de forma que te quedes con los dos lomos de cada cola.
- Vuelve a poner la salsa de almendras en el cazo y enciende un poco el fuego justo antes de servir los platos para que esté caliente.
- Coloca en los platos de los comensales una cama de patatas y cebolla, encima el o los lomos de rape (según cuantos hayas cocinado y cual sea su tamaño) y por último la salsa de almendras y los chips de alcachofas.
Tiempo: 1 hora y 30 minutos
Sirve y degusta
El rape al horno debe servirse nada más salir del horno ya que mientras montas los platos es el tiempo suficiente para que repose un poco y no queme al llevártelo a la boca. Si tienes que preparar esta receta con antelación puedes elaborar la salsa uno o dos días antes incluso y las patatas unas horas antes e incluso el día anterior, al igual que las alcachofas. Así, justo antes de servirlo simplemente pon el pescado encima de las patatas y hornéalo el tiempo que necesita, y a las alcachofas vuelve a darles una vuelta por la sartén.
El emplatado de este plato queda vistoso y fenomenal para una ocasión especial pero también puede ser un plato para elaborar siempre que te apetezca, de hecho si simplemente preparas el rape y las patatas ya tienes un platazo completo y de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
La merluza es otro pescado que puedes utilizar para esta receta y también queda genial con bacalao aunque realmente es una receta abierta a casi cualquier tipo de pescado que te guste preparar al horno.
La salsa de almendras queda genial con muchos platos e incluso diría que le sienta bien tanto a la carne como al pescado. Eso si, también puedes elaborar esta misma receta con otros frutos secos como nueces, avellanas, anacardos, pistachos…
Consejos
Lo ideal siempre es utilizar pescado fresco, pero si quieres que el plato sea más económico puedes utilizar rape congelado. Eso sí, procura hornearlo solo el tiempo necesario para que quede jugoso y no se reseque, simplemente con que deje de tener aspecto crudo ya está listo.
Si te sobra salsa puedes mantenerla en la nevera 4-5 días sin problemas y también puedes congelarla para futuras ocasiones.