Receta de albóndigas de carne con salsa de tomate casera y patatas salteadas
Ingredientes para 4-6 personas
- Para preparar las albóndigas de carne:
- 500 g de carne picada (200 g de magro de cerdo y 300 de babilla de ternera). La mejor carne picada es la que tú eliges en la carnicería y te la pican en el momento, olvídate de las que ya están envasadas.
- 1 huevo.
- 50 g de miga de pan.
- 100 ml de leche.
- 1 diente de ajo.
- Harina de trigo para rebozar.
- Aceite de semillas para freír, y sal.
- Para la salsa de tomate casera:
- 1/2 kg de tomates pera maduros o tomate triturado o tamizado en conserva. Puedes utilizar otras variedades de tomate que prefieras pero que sean jugosos y sobre todo que estén bien maduros. En verano utilizo tomates pera pero cuando no están en temporada suelo utilizar tomate tamizado.
- 2 dientes de ajo.
- 1 cebolla.
- 1/2 cucharadita de postre de sal.
- 1/2 cucharadita de postre de azúcar.
- Albahaca, orégano u otras hierbas o especias (opcional).
- Aceite de oliva.
- Y si te apetece guarnición, necesitarás patatas, aproximadamente 1 o 2 por comensal dependiendo de si son grandes o pequeñas.
Es una receta sencilla, tradicional, deliciosa, completa… Aprende a darles forma a las albóndigas y a preparar una salsa de tomate casera tan rica que no dejarás ni gota en el plato.
Las albóndigas quedan muy jugosas y ricas, la salsa de tomate es una auténtica delicia y la guarnición de patatas es un tanto especial ya que quedan muy parecidas a las patatas fritas pero con una serie de trucos para no tener que freírlas y cocinarlas con poquísimo aceite sin perder esa textura tierna por dentro y crujiente por fuera que buscamos.
Cómo hacer la receta de albóndigas de carne con salsa de tomate
- Pon la miga de pan en un bol y vierte encima de la leche. Remueve y aplasta para que se ablande.
- Pela y pica el ajo muy muy finito, y añádelo al bol junto con la carne, el huevo y un poco de sal. Mézclalo todo bien hasta obtener una masa homogénea.
- Coge pequeñas porciones con tu propia mano o con la ayuda de dos cucharas, dales forma redonda y pásalas por harina. Últimamente estoy utilizando mucho para esta tarea un sacabolas de helado pero sin llenarlo entero porque saldrían muy grandes, pero para darles forma me facilita mucho la tarea y no se queda la masa pegada a él.
- Cuando estén todas las albóndigas listas, en una sartén honda o cazo añade abundante aceite y ponlo a fuego medio-fuerte y cuando esté caliente ve friendo las albóndigas en pequeñas tandas de 4 o 5 para que el aceite no baje de temperatura. Si se queman muy rápido baja el fuego y si tardan mucho en hacerse súbelo. Cuando veas que se han dorado un poco por fuera, sácalas sin aceite con ayuda de una cuchara escurridora y colócalas en un plato con papel de cocina.
- Ahora vamos con la salsa de tomate. Pela los dientes de ajo y la cebolla y pícalo todo bien finito.
- Pon una olla (mejor si es alta porque cuando cocines el tomate suele salpicar) con un chorrito de aceite de oliva a temperatura media-baja y, cuando esté caliente, incorpora los ajos y la cebolla y sofríelos hasta que empiecen a dorarse y removiendo de vez en cuando, tardarán unos 10 minutos.
- Si vas a utilizar tomate tamizado sigue en el siguiente paso, pero si vas a utilizar tomates frescos, lávalos muy bien y, si no quieres ni pieles ni pepitas, tritúralos (con un batidor de vaso o robot) y cuélalos, pero si no te importa lo de las pieles simplemente córtalos en trocitos.
- Cuando la cebolla empiece a dorarse añade el tomate a la olla junto con la sal y el azúcar (el azúcar es para reducir la acidez propia del tomate pero si lo prefieres puedes omitirlo).
- Pon el fuego a temperatura suave y deja que se cocine la salsa entre 30 y 45 minutos aproximadamente (si salpica mucho tapa la olla con una tapadera pero ladeándola un poco para que se puedan evaporar los vapores y vaya espesándose), aunque el tiempo lo decides tú ya que depende del tipo de tomtate utilizado y lo importante es que la textura esté a tu gusto. A mi me gusta que quede bien espesa y utilizando tomate tamizado en conserva suele tardar 30 minutos.
- Cuando la textura esté a tu gusto pruébala y rectifícala de sal o azúcar a tu gusto.
- Mientras puedes preparar la guarnición de patatas. Lava un poco las patatas si tienen tierra e introdúcelas en un estuche para microondas y deja que se cocinen en su propio vapor entre 8 y 10 minutos o hasta que puedas pincharlas y no crujan.
- Pela las patatas, córtalas en trozos y en una sartén de hierro con un poquito de aceite saltea las patatas hasta que estén ligeramente doradas y salpiméntalas a tu gusto. Así quedan muy sanas y nada aceitosas, tiernas en su interior y doraditas por fuera, ¡riquísimas!
- Cuando la salsa esté lista echa en ella las albóndigas, mézclalas bien y cocina 5 minutos más para que se impregnen de su sabor.
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Bien mezcladas con la salsa y calentitas es como más ricas están. Hay quien las prefiere recién hechas y a quien le gustan más reposadas, yo solo puedo decir que de ambas formas están riquísimas y eso ya va en gustos. Si te sobran siempre puedes guardarlas en la nevera unos 3 días e incluso congelarlas sin problemas.
Si tienes que prepararlas con antelación simplemente caliéntalas en el último momento en la olla unos minutos y a la mesa, y lo mismo con las patatas. Sirve las albóndigas, que estarán tiernas y sabrosísimas en los platos de los comensales con una buena ración de salsa y la rica guarnición de patatas tiernas por dentro y crujientes por fuera. La combinación es de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
En cada casa se preparar las albóndigas de una forma y precisamente es gracias a que admiten multitud de variaciones, de hecho las hay con pescado y también solo con verduras y legumbres. Para darles un toque diferente cada vez a las albóndigas de carne puedes utilizar hierbas y especias diferentes en la masa, por ejemplo un toque de menta o cilantro e incluso curry, pimentón o comino.
La salsa que las acompaña también puede ser diferente, anímate a servirlas con tus salsas favoritas. A mi me gusta mucho la que yo llamo la mejor salsa para albóndigas de carne, elaborada a base de verduras y realmente deliciosa.
Consejos
Para darle forma a las albóndigas no existen muchos trucos pero lo ideal es hacerlas con la mano y ayudándote de la harina para que no se te peguen demasiado a las manos. También hay quien lo hace con guantes y, aunque se pegan un poco, dan sensación de agilidad con la tarea. Eso sí, en cualquier caso, paciencia, cariño y la práctica es lo que mejor funciona.
A la hora de freír, el propio aceite te va ir indicando a qué temperatura tienes que tenerlo. Si empiezas a freír las albóndigas y enseguida se doran o casi queman deberás reducir la temperatura, y si por el contrario tardan demasiado debes subirla ya que de lo contrario empezarán a chupar aceite y el resultado será muy mediocre y aceitoso.