Receta de cardo a la navarra tradicional con jamón y cebolla
Ingredientes para 4 personas
- 800 g de cardo, fresco o en conserva. Yo he utilizado cardo fresco pero cuando no es fácil de encontrar, una conserva es una buena opción.
- Si utilizas cardo en conserva no tendrás caldo de su cocción, así que lo ideal es utilizar unos 300 ml de caldo de verduras o de carne pero también te sirve el agua (aunque no aportará tanto sabor).
- 200 g de jamón serrano en tacos.
- 1 cebolleta o cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 1 cucharada sopera de harina de trigo.
- Aceite de oliva, sal y pimienta negra recién molida.
Es una elaboración que respeta muchísimo el sabor del cardo, que a mi personalmente siempre me recuerda a las alcachofas, y lo cierto es que, al igual que pasa con éstas, un buen sofrito de cebolleta y ajo y jamón serrano en taquitos le sienta fenomenal.
Si optas por utilizar cardo fresco de temporada podrás seguir nuestros consejos para limpiarlo y retirarle de forma sencilla las hebras duras que a veces tiene, y así conseguir que el resultado sea tierno y muy apetecible. Además contarás con el caldo de la cocción que queda bastante sabroso y es ideal para elaborar la salsa que lleva este plato. En cambio con cardo en conserva te ahorras el tiempo de limpieza y cocción con lo que tendrás esta receta lista en tiempo récord, y para la salsa no te preocupes ya que si utilizas un caldo casero o incluso un poco de agua también conseguirás un plato sabroso.
Cómo preparar cardo a la navarra
- Si el cardo no es en conserva, vamos a limpiarlo. Córtale la base del tallo para separar las hojas y lávalas.
- Si notas que tienen hebras duras en la parte exterior, retíralas con un cuchillo poniéndolo un poco por debajo de ellas y tirándoles, y si tienen algunos pinchos en los bordes, córtalos también. Corta el cardo en trozos de bocado.
- Pon una olla con abundante agua a fuego fuerte, y cuando empiece a hervir, echa los trozos de cardo y una cucharadita de postre de sal, baja un poco la temperatura pero que siga borboteando y cuécelos hasta que estén tiernos. Dependiendo de cómo sea el cardo puede tardar entre 20 y 35 minutos así que simplemente pínchalo con un tenedor o incluso prueba un trozo para comprobar si ya está tierno.
- Mientras, pela la cebolleta y córtala finita, y también pela el diente de ajo y pícalo bien.
- Utiliza una sartén amplia porque luego tendrás que añadir el cardo, y échale un chorrito de aceite de oliva y ponla a fuego medio.
- Cuando el aceite esté caliente echa la cebolleta y el ajo y cocínalos durante unos 10 minutos o hasta que la cebolleta esté tierna y con un ligero toque dorado.
- Añade el jamón en tacos y cocínalo junto un par de minutos.
- Incorpora la harina, mézclala bien con los ingredientes y cocina 2 minutos más. Aparta la sartén del fuego y espera a que el cardo esté listo.
- Cuando el cardo esté listo pon de nuevo la sartén a fuego medio.
- Cuando esté caliente añade a la sartén parte del caldo de cocción del cardo, reservando el resto (o caldo de verduras o de carne si estás utilizando cardo en conserva). De cantidad va muy al gusto, a mi me gusta que quede caldoso y suelo añadir bastante pero puedes empezar con unos 300 ml.
- Espera un par de minutos y añade también el cardo, un poco de pimienta negra molida y cocínalo todo junto a fuego suave 5 minutos, mezclando de vez en cuando.
- Para terminar el plato puedes dejarlo con la textura que más te guste. Según si te gusta más o menos caldoso, ve añadiendo más o menos líquido, y si ese caldo te gusta que quede más espeso, simplemente cocina durante unos minutos más hasta que consigas ese resultado.
- Pruébalo por si tienes que rectificarlo de sal, aunque normalmente con la que aporta el jamón serrano es suficiente.
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Es un plato que se suele servir caliente y puede ser recién hecho o reposado del día anterior e incluso de algún día más, ya que se mantiene fenomenal. Te aguanta en la nevera 2-3 días sin problemas y también puedes congelarlo.
Puede ser un aperitivo o primer plato ideal e incluso una perfecta cena ligera. Es una delicia comer el cardo así porque queda tierno gracias a la cocción, con su particular sabor (que a mi siempre me recuerda a las alcachofas) y muy bien acompañado con el sofrito de cebolleta y ajo, el toque salado del jamón y por supuesto ese caldo transformado en salsa un poquito espesa. Sin duda alguna es un plato de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes jugar con el caldo a tu gusto, por ejemplo se puede servir sin apenas caldo o incluso casi seco, por lo que solamente tendrás que mezclar el caldo con el sofrito y el jamón durante unos minutos, y prescindir de la harina. Por contra si te gusta que lleve bastante caldo y que además quede espeso, añade un poco más de harina, por ejemplo media cucharada sopera más, y después simplemente añade más caldo en función de cómo vayas viendo la textura. Eso si, recuerda que al enfriarse se quedará un poco más denso.
Incorpora hierbas aromáticas para darle un toque especial, por ejemplo tomillo o romero. El momento de añadirlas es cuando incorpores el jamón a la sartén con el sofrito. También puedes jugar con especias a tu gusto, por ejemplo un poco de comino o pimentón dulce, y pimentón picante si te gusta ese toque especial.
Consejos
Procura retirar bien las hebras duras del cardo ya que el objetivo es que no encuentres ninguna al comerlo y quede bien tierno. Para quitarlas utiliza el cuchillo, pásalo por debajo de las hebras, presiónalas con tu dedo pulgar contra la hoja del cuchillo y tira de ellas.