Receta de crumble de manzana o apple crisp, un postre fantástico
Ingredientes para un molde de 22 cm de diámetro
- 1 kg de manzanas (unas 5 manzanas de la variedad que prefieras, aunque yo elijo rojas por ser más dulces).
- 120 g de harina de trigo.
- 50 g de copos de avena.
- 100 g de mantequilla y un poco más para untar el molde.
- 75 g de azúcar y una cucharada más para las manzanas. Yo suelo utilizar azúcar blanco excepto la cucharada para las manzanas que opto por azúcar moreno pero es simplemente gusto personal, usa el que prefieras.
- Canela molida, al gusto.
Un postre fantástico donde la manzana es la gran protagonista junto con una capa crujiente que lleva por encima y cuyo sabor a mantequilla es una auténtica delicia. Es un contraste de texturas maravilloso ya que la manzana, horneada, está tierna y con un delicioso aroma a canela.
Sigue esta receta paso a paso y conoce los trucos para conseguir una cobertura crujiente y fantástica, como si fueran migas de galletas. Es un postre ideal para quedar genial pero liándose poquísimo en la cocina y una estupenda forma de utilizar esas manzanas que se nos hayan podido quedar un poco más maduras y arrugadas ya que son perfectas para elaboraciones como ésta, aunque por supuesto podemos utilizar manzanas recién compradas.
Preparación, cómo hacer el crumble de manzana
- Empieza elaborando la parte crujiente. Pon en un bol la harina de trigo junto con los copos de avena y el azúcar y mezcla un poco con una cuchara.
- Corta la mantequilla en trocitos, recién sacada de la nevera, y échala al bol.
- Mezcla un poco con la cuchara de forma que los tacos de mantequilla queden cubiertos con la mezcla de harina y a continuación ya sigue con tus manos. Ve apretando la mezcla hasta crear una especie de migas, como puedes ver en la fotografía. La idea no es amasar sino mezclar y conseguir que, gracias a la mantequilla, quede casi toda la mezcla en grumos, que apenas haya harina suelta.
- Deja reposar el bol en la nevera durante unos 20 minutos, mientras preparas las manzanas. No pasa nada si dejas la mezcla más tiempo, por ejemplo hasta 1 hora.
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador.
- Pela las manzanas, quítales el corazón (si, suena un poco cruel, pero hay que hacerlo 😛 ) y córtalas en cubitos, intentando que no quede demasiado picada pero tampoco que sean gajos grandes. Esto va un poco en gustos pero así te aseguras de que se hornearán bien, sin quedar demasiado enteras ni tampoco deshechas.
- Pon las manzanas en el molde que vayas a utilizar (si crees que puede pegarse, antes unta el molde con un poco de mantequilla), échale la cucharada de azúcar moreno y un poco de canela molida y mezcla.
- Reparte las migas del crumble por encima de la manzana de forma que la cubran casi por completo e introduce el molde en el horno a altura media.
- Hornea durante unos 30-40 minutos, hasta que veas que la parte de arriba se dora un poco.
- Saca el molde del horno y déjalo reposar al menos 10-15 minutos antes de servirlo, para que se temple un poco.
Videorreceta del crumble de manzana
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Como más me gusta (y creo que más rico está) es caliente, así que tómalo tras esos 10-15 minutos desde el horneado o un poco más tarde, ya que en el molde se mantendrá caliente, más aún si es de cerámica como el mío. Si te sobra puedes mantenerlo 3-4 días en la nevera y para tomarlo te recomiendo o bien sacarla 1 hora antes de la nevera para que esté a temperatura ambiente, o echarte tu ración en un plato y calentarlo unos 20 segundos en el microondas. También podrías calentarlo en el horno, sobre todo si es la tarta entera o casi.
Caliente o templado resulta muy aromático gracias a la canela, la mantequilla y las manzanas, sin duda una combinación irresistible. Además hay un contraste muy interesantes de texturas ya que las manzanas quedan tiernas y asadas pero el recubrimiento estará crujiente y súper apetecible. Puedes acompañar el crumble con un poco de helado, yogur o nata, queda de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Admite muchas variaciones y una de mis preferidas es el incluir frutos secos picados en el crumble, por ejemplo avellanas o nueces. También va fenomenal añadir un poco de esencia de vainilla en vez de canela. También puedes añadirle una pizca de sal al crumble para potenciar los sabores.
Esta misma receta la puedes elaborar con otras frutas y queda de 10, por ejemplo con fresas (o cualquier fruto rojo), cerezas, peras, melocotones o ciruelas. Mis favoritos son los de manzana y los de fresas.
Consejos
Es muy importante que la mantequilla esté bien fría para mezclarla y que no nos pasemos al mezclar para evitar que se derrita en exceso. En todo caso, no te saltes el reposo en nevera ya que es fundamental para que la mantequilla se endurezca de nuevo y el crumble quede crujiente.
La cantidad de azúcar puede ir al gusto ya que podrías reducirlo incluso a menos de la mitad y la receta seguiría estando genial. Ten en cuenta el tipo de manzana que vas a utilizar, lo ideal es que ya sean dulces de por sí para que no necesiten un extra de azúcar.