Receta de enchiladas de pollo con salsa verde y queso, al estilo suizas
Ingredientes para 4 personas
- 12 tortillas de maíz.
- 2 pechugas de pollo grandes.
- 1 zanahoria, 1 puerro y 2 ramas de apio para cocer las pechugas.
- 500 g de salsa verde. Prefiero comprarla ya hecha en tiendas de productos latinos o en la sección de productos internacionales de los grandes supermercados porque para hacerla casera se necesitan ingredientes que son difíciles de encontrar en España.
- 200 g de queso rallado especial para fundir, por ejemplo mozzarella rallada.
- Cilantro para decorar.
- Sal y aceite de semillas o de girasol.
Esta receta está inspirada en las famosas enchiladas verdes suizas mexicanas que tan ricas están. Se utilizan tortillas de maíz y con el relleno de pollo quedan buenísimas, pero sobre todo el toque se lo da la riquísima salsa verde que tiene un sabor agridulce y picante diría yo y por supuesto el queso gratinado que tan apetecible resulta siempre.
Me habría encantado preparar la salsa verde de forma casera, de hecho en el blog siempre intento prepararlo todo desde cero en casa pero necesitaba ingredientes que no podía encontrar de forma sencilla en España. Se que como a mi le iba a pasar a más gente así que he preferido utilizar una salsa verde ya preparada de una marca de productos latinos que vende en Europa, y la verdad es que está riquísima.
Preparación, cómo hacer enchiladas de pollo con salsa verde y queso
- Lo primero que vamos a hacer es preparar el pollo desmechado. Para ello coloca las pechugas de pollo en una olla junto con algunas verduras, limpias y peladas. Yo en esta ocasión tenía en la nevera unas zanahorias, un puerro y unas hojas de apio y eso es lo que he puesto en los ingredientes pero por ejemplo en esta foto verás otra ocasión en la que las cocí con zanahorias y cebolletas. Podéis echarles las verduras que queráis o con las que habitualmente preparéis caldo de pollo casero ya que el caldo resultante de esta receta podéis guardarlo como tal para utilizarlo en sopas o arroces por ejemplo.
- Cubre con agua hasta que las pechugas estén totalmente sumergidas, echa un poco de sal y tapa la olla.
- Pon el fuego a temperatura alta y en cuanto empiece a hervir baja el fuego y ponlo flojito de forma que el agua siga borboteando pero suavemente.
- Las pechugas deben cocinarse así durante unos 20 minutos aunque dependerá según su tamaño. Cuando lleven 20 minutos puedes partir una por la mitad y comprobar si está ya lista y su interior no está rosado, y si no es así sigue cocinándolas unos minutos más.
- Saca las pechugas a un plato para que se vayan enfriando y el caldo junto con las verduras lo puedes guardar en la nevera o congelar que, como decía, es ideal para sopas o arroces.
- Cuando el pollo ya se haya enfriado un poco ya puedes desmenuzarlo. Puedes ir raspando la carne con un tenedor o con tus propios dedos, deshilachándolo poco a poco para que te quede como en la fotografía.
- Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo y ventilador.
- Calienta un poco las tortillas. Para ello pon unas gotitas de aceite en una sartén (suelo utilizar una brocha de cocina para pintar la superficie de la sartén) a fuego medio y cuando esté caliente pon una tortilla. Al cabo de un par de minutos o cuando veas que se ha dorado un poco dale la vuelta, y haz lo mismo con el resto.
- Mientras vas sacándolas de la sartén a un plato rellénalas con pollo (calcula aproximadamente la cantidad de pollo para que ni te sobre ni te falte). Enróllalas y ve poniéndolas en una bandeja de horno.
- Cuando estén todas las tortillas de maíz rellenas échales por encima la salsa verde. La cantidad es al gusto, yo te he sugerido la cantidad que suelo echarle.
- Échales el queso rallado por encima. Yo lo que hago es colocarlo solamente en la zona central pero puedes distribuirlo como prefieras.
- Introduce la bandeja en el horno a altura media y deja que se hornee unos 10-12 minutos o hasta que veas que el queso está gratinado a tu gusto.
- Antes de servirlas espolvorea por encima un poco de cilantro picado si os gusta.
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Lo ideal es que vayan del horno a la mesa, con el queso recién fundido y bien calientes. Eso si, es un plato muy agradecido si te sobra ya que puedes recalentarlas en el horno o en el microondas y, si quieres que estén más jugosas o se han secado un poco, échales más salsa verde. También puedes guardarlas en la nevera 2-3 días e incluso congelarlas.
Pueden ser esa cena sencilla y que entra por los ojos que estamos buscando, repleta de sabor y muy fácil de preparar. De hecho yo suelo tener pollo cocido desmechado congelado porque preparo de una vez una gran cantidad y, con eso listo, elaborarlas es cuestión de minutos. Disfruta de un bocado de lo más sabroso, están de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
El mundo de las enchiladas es casi infinito así que puedes rellenarlas con lo que prefieras e incluso cambiar el tipo de salsa con la que las bañas y añadir o no queso. Utilizar salsa roja o mole en vez de salsa verde o cambiar el relleno por carne de cerdo o chili con carne es todo un acierto para ir variando.
También puedes salirte de lo convencional y rellenarlas con los ingredientes que prefieras, como si se tratara de un sándwich o bocadillo, por ejemplo con jamón, queso, champiñones, aguacate, pimientos, cebolla, frijoles… lo que se te ocurra.
Consejos
Puedes tener el pollo preparado con antelación a falta del montaje final, de esta forma te aseguras que llegarán perfectas a la mesa y como recién hechas pero con muy poco esfuerzo de última hora. A mi me gusta cocer más pechugas para que me sobren y las tengo congeladas ya sea enteras o desmechadas (así es más cómodo aunque se secan un poco más).
Cuidado con el cilantro porque hay mucho amor/odio con esta hierba aromática. Todavía no se sabe por qué (dicen por ahí que influye la genética), pero hay a quien le encanta y también quien no lo soporta, ni un poquito, así que sobre todo si vas a tener invitad@s en casa lo ideal es que les preguntes previamente si les gusta antes de echarle.