Receta de pan bao casero al vapor, unos panecillos asiáticos deliciosos
Ingredientes para 12 unidades
- 400 g de harina de trigo.
- 200 g de agua.
- 12 g de levadura fresca.
- 30 g de azúcar blanco.
- 25 g de aceite de girasol o de semillas para la masa y un poco más para pintar los panes antes de cocinarlos.
Con un sabor suave y dulzón y una textura esponjosa que puedes rellenar con los ingredientes que prefieras. En la receta aprenderás a amasar (tanto a mano como con amasadora) y fermentar la masa y también a darle forma para después cocer al vapor los panes en una vaporera.
Preparación, cómo hacer la receta de pan bao casero al vapor
- Pon el agua en un recipiente y caliéntala unos 10-15 segundos en el microondas, solamente para que se temple. Para que sepas un poco más a fondo la teoría lo ideal es que no pase de los 30ºC para que no anule el efecto de la levadura.
- Echa la levadura ligeramente desmenuzada y mezcla con una cuchara para que se disuelva casi por completo.
- Añade el azúcar blanco y el aceite y mezcla de nuevo un poco hasta que el azúcar quede prácticamente disuelto.
- En un bol pon la harina, haz un hueco en el centro y vierte en él la mezcla de agua, levadura, azúcar y aceite.
- Esta masa puedes amasarla a mano o con robot:
- Si amasas a mano empieza mezclando con una cuchara o incluso con unos palillos de bambú hasta que se haya absorbido prácticamente todo el líquido y después amasa con tus manos doblándola sobre sí misma durante unos 10 minutos hasta que consigas una masa con un aspecto homogéneo y liso, verás que es una masa muy fácil de amasar y que no queda pegajosa. Entre esos 10 minutos puedes amasarla 2 o 3 minutos, esperar un par de minutos y volver a amasarla, verás que con esos breves reposos hechos varias veces la masa estará lista con muy poco esfuerzo.
- Si amasas con un robot ponle el gancho amasador y actívalo a velocidad media-baja durante unos 5 minutos, hasta que esté bastante homogénea y lisa de aspecto. Déjala reposar 5 minutos y amásala de nuevo 1 minuto más.
- Coge la masa, dale forma de bola, colócala en un bol y tápalo con un paño húmedo o con un gorro de ducha de los desechables que suele haber en los hoteles (yo lo uso para esto porque se adaptan fenomenal a cualquier bol y se pueden reutilizar!).
- Deja reposar la masa entre 45 minutos y 1 hora, no hace falta que llegue a doblar su volumen.
- Amasa la masa para desinflarla un poco y quitarle el aire y divídela en porciones. Yo lo que hago es pesar la masa y dividir el peso entre 12, en este caso cada una tenía que pesar unos 50 g.
- Mantén las porciones tapadas con un paño húmedo y mientras coge una, dale forma de bola, cháfala un poco con tus dedos y estírala con un rodillo para que tenga una forma ovalada, sin quedar demasiado fina.
- Pinta algo más de la mitad del pan con aceite con ayuda de una brocha de cocina (para que luego no se peguen ambas partes) y después dóblalo por la mitad y déjalo reposar sobre un trocito de papel de horno.
- Déjalo reposar de nuevo bajo el paño húmedo y sigue con las siguientes porciones. Cuando las tengas todas listas déjalas reposar unos 45 minutos.
- Cuando los panes bao lleven 40 minutos de reposo pon un cazo (u olla, según de ancha sea tu vaporera) a fuego alto y con agua hasta más de la mitad.
- Pon los panes bao en la vaporera que vayas a utilizar. En mi caso siempre uso esta que tengo de bambú con 3 pisos, en total puedo cocinar al vapor 6 panes bao ya que me caben 2 en cada piso.
- Pon la vaporera sobre el cazo, baja el fuego a temperatura media y cocínalos al vapor 10 minutos.
- Al cabo de ese tiempo retira la vaporera del cazo pero no la abras. Espera 5 minutos y entonces destápala un poco, espera 1 minuto más y destápala del todo. Esto lo hago así porque si abro muy rápido los panes se pueden desinflar y arrugar un poco y así van perdiendo calor poco a poco y su textura se asienta mejor.
- Puedes dejarlos en un recipiente casi tapado (que tenga alguna abertura para que no se quede hermético) y seguir cocinando el resto de panes bao. Además recuerda añadir más agua al cazo si ha bajado mucho el nivel de ésta.
Tiempo: 2 horas y 30 minutos incluyendo reposos
Sirve y degusta
Recién hechos están buenísimos pero también puedes servirlos ya fríos. Personalmente me gustan calientes así que los suelo preparar con antelación de unas horas o incluso el día de antes y justo antes de servirlos los caliento unos segundos en el microondas y los relleno con los ingredientes que haya elegido. Si te sobran no te preocupes, aguantan en la nevera 3 o 4 días en un recipiente cerrado y también puedes congelarlos en cuanto se hayan enfriado, se conservan fenomenal y es genial poder tener panes bao ya listos para cuando te apetezcan.
Es un pan con un sabor suave y ligeramente dulzón y su textura es una delicia, súper esponjosa. Lo más típico es rellenarlos con alguna carne asada, estofada o a la plancha de pollo, cerdo, ternera o incluso cerdo o bien gambas y acompañar con algún aliño de estilo asiático (por ejemplo con salsa de soja o de ostras) e ingredientes frescos como lechuga, zanahoria o rabanitos. En ese caso he utilizado carrilleras en salsa y desmigadas con un toque de salsa de soja y he completado con un poco de lechuga y zanahoria rallada. Con cualquier relleno estarán de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Según el tamaño de tu vaporera y tus preferencias quizás quieras cambiar el tamaño de los baos. Por ejemplo, haciéndolos más pequeños pueden caberte 3 en cada piso o incluso 4 si los quieres hacer más de bocadito así que divide la masa en más porciones y haz pruebas hasta dar con el tamaño que prefieres según el uso que vayas a darles. Con el tamaño que yo los he hecho diría que, si van bien rellenos con 2 unidades por persona y alguna cosa más en la mesa (una ensalada por ejemplo) ya tienes la comida o cena perfecta.
Consejos
Respeta los tiempos de fermentación, siempre en un lugar sin corrientes de aire y que no esté muy frío (pero tampoco excesivamente caliente), unos 20-25ºC está genial.
También ten en cuenta lo de no abrir la vaporera de golpe nada más cocer los baos, es mejor esperar un poco para que poco a poco vayan perdiendo calor y así su forma se quede fijada y no se chafe o se arrugue.