Receta de pizza caprichosa con masa casera, ¡deliciosa!
Ingredientes para dos pizzas redondas o una pizza rectangular
- Para la masa de pizza:
- 300 g de harina de trigo de fuerza.
- 7 g de levadura fresca (o 2 g de levadura seca de panadería).
- 1 cucharadita de sal.
- 15 g de aceite y un poco más para engrasar el bol donde la dejemos fermentar.
- 200 ml agua.
- Harina de trigo o sémola de trigo duro para estirar la masa (opcional).
- Ingredientes sobre la pizza:
- 80 g de salsa de tomate, tomate frito o tomate triturado en conserva.
- Orégano al gusto.
- 2 bolas de mozzarella fresca (unos 250 g).
- Jamón italiano asado al horno o si no lo encuentras simplemente jamón asado o jamón cocido, en lonchas finas.
- 4 alcachofas en conserva.
- 4 champiñones frescos.
- Aceitunas negras.
Esta pizza queda deliciosa y sin duda es una de mis favoritas por la combinación de ingredientes que lleva. No pueden faltar las alcachofas ni los champiñones, también lleva aceitunas negras y en Italia se añade jamón asado aunque si no lo encontramos podemos utilizar jamón cocido. Por supuesto no faltan el queso mozzarella, el tomate y el orégano.
En el paso a paso verás lo fácil que es amasar y preparar masa de pizza casera y, como sucede con todas las masas, con la práctica cada vez te resultará más sencillo e incluso lo harás más rápido. Además verás consejos para hornearla y que te quede crujiente y también un truco para elegir entre masa finita o masa esponjosa y algo gruesa.
Preparación, cómo hacer pizza caprichosa con masa casera
- Empezamos preparando la masa de pizza. Pon en un bol amplio la harina junto con la sal, mezcla un poco con una cuchara y haz un volcán en el centro.
- Calienta 200 ml de agua unos 10 segundos en el microondas para que esté tibia (la idea es que nunca supere los 30ºC, unos 25ºC sería lo ideal). Diluye en el agua la levadura fresca y añade la mezcla al centro del volcán. Si utilizas levadura seca simplemente échala al bol y también el agua.
- Mezcla un poco con una cuchara y añade el aceite. Sigue mezclando hasta que la masa haya absorbido prácticamente todo el líquido.
- Echa un poco de harina en una superficie de la cocina, pon la masa encima y comienza a amasarla con tus manos, doblándola sobre sí misma, durante unos 5 minutos. Si se te pega un poco a las manos (aunque esta masa no es especialmente pegajosa), déjala de nuevo en el bol reposar 5 minutos y después sigue amasando.
- Cuando tengas una masa con aspecto homogéneo dale forma de bola y ponla en un bol que previamente habrás engrasado con un poco de aceite. Tapa con un paño ligeramente húmedo o con un gorro de ducha desechable (va fenomenal este truco, se adaptan a casi cualquier bol y puedes reutilizarlos).
- Espera a que doble su volumen, tardará alrededor de 1 hora dependiendo de la temperatura ambiente (lo ideal es dejarla en un lugar cálido y sin corrientes de aire).
- Corta la masa en dos partes si lo que quieres es formar 2 pizzas y pon cada una sobre papel de horno en el que previamente habrás echado un poco de harina. Yo suelo espolvorear un poco de harina gruesa, en este caso ha sido sémola de trigo duro, ya que me gusta la textura granulada que le da a la pizza por fuera pero esto es opcional y al gusto.
- Empieza a precalentar ya tu horno con calor arriba y abajo y ventilador ya que cuanto más caliente esté, mejor quedarán las pizzas. Lo ideal serían 250ºC pero con 220ºC también puedes hornearlas.
- Te recomiendo estirarla con tus propias manos aunque también puedes utilizar un rodillo, y si ves que se pega puedes echar un poco de harina de trigo por encima para que te resulte más sencillo.
- Si te gusta que la pizza quede finita empieza al momento a ponerle los ingredientes encima pero prefieres que quede un poco más gruesa como a mi simplemente espera 10-15 minutos antes de ponerle los ingredientes pero con la masa ya estirada, seguro que aprecias que ha crecido un poco de volumen.
- Empieza cubriendo las masas con el tomate y echa por encima un poco de orégano al gusto.
- Corta las bolas de mozzarella en rodajas finas y repártelas sobre las pizzas.
- Trocea un poco con tus manos las lonchas de jamón asado y ponlas sobre la pizza.
- Corta las alcachofas en conserva en cuartos y colócalas alrededor del jamón.
- Córtale a los champiñones la raíz y retírale la posible tierra que puedan tener, córtalos en rodajas y ponlos sobre el jamón, eso ayudará a que no se seque en exceso mientras se hornea la pizza.
- Termina repartido aceitunas negras al gusto y si tienen hueso no dudes y quítaselo, personalmente es algo que me da bastante pereza pero prefiero hacerlo para después comer la pizza con tranquilidad sin estar pendiente de los huesos.
- Pon la pizza con el papel de horno sobre una rejilla de tu horno a la altura más baja y hornéala hasta que esté a tu gusto. En mi horno suelen tardar unos 8-10 minutos hasta que veo que el queso está derretido y empieza a dorarse y también se doran los bordes de la pizza.
- Truco para que te quede especialmente crujiente: coloca la pizza con su papel de horno directamente en la base del horno, sin bandeja ni nada (esto lo puedes hacer si tu horno NO es de gas) y déjala ahí 3-4 minutos para que se dore la base y quede crujiente. Súbela a una altura por encima de la mitad en el horno sobre una rejilla con su papel y deja que se termine de cocinar durante otros 4-5 minutos o hasta que la masa y el queso estén dorados.
Tiempo: 2 horas incluyendo el reposo de la masa
Sirve y degusta
Saca la pizza del horno y si quieres potenciar que quede crujiente por abajo déjala reposar 2 o 3 minutos sobre una rejilla para que no se humedezca y suelte algo de calor. Córtala en porciones y degústala al momento, bien caliente y recién hecha. Si te sobra ya sabes que después no estará igual de textura pero no pasa nada, aguanta perfectamente 2-3 días en la nevera y puedes recalentarla en el microondas o idealmente en el horno para que vuelva a estar caliente e incluso recupere un poco el toque crujiente.
Es una de mis pizzas preferidas por la combinación de ingredientes que lleva ya que las alcachofas y los champiñones en pizzas me pierden y además el resto de ingredientes le quedan fenomenal. De la masa, qué decir, una masa casera crujiente por fuera y esponjosa, sin duda de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Los ingredientes que se le añaden suelen ser los mismos siempre pero es típico prescindir del jamón asado y sustituirlo por anchoas. También hay quien le pone un huevo en el centro o unas hojitas de albahaca fresca después del horneado.
Consejos
Esta proporción para preparar masa de pizza es mi preferida porque, aunque no es la masa más fácil de manipular, no es complicado y a cambio se consigue un mejor resultado, una masa más crujiente y también esponjosa por dentro. Eso si, si se te pega un poco a las manos cuando estés amasándola simplemente deja de hacerlo, espera 5 o 10 minutos y sigue de nuevo, repitiendo este reposo si es necesario. Verás que simplemente dándole unos minutos es más sencillo trabajar la masa.
Hay muchas recetas de masa de pizza, para mi esta es mi preferida porque tiene un equilibrio entre el resultado final y su manipulación. Hay otras masas de pizza más fáciles de manipular ya que llevan una mayor proporción de harina pero luego no quedan tan esponjosas y crujientes.