Receta de quiche de verduras y queso
Ingredientes para un molde de 22 cm de diámetro
- Ingredientes para la masa quebrada (puedes comprarla ya hecha, pero así estará mucho más rica). Nota: si utilizas un molde de 28 cm, deberás preparar el doble de masa:
- 180 g de harina de trigo, mejor si es floja o especial para repostería.
- 75 g de mantequilla, bien fría.
- 1 huevo M.
- 1/2 cucharadita de sal.
- Ingredientes para el relleno:
- 2 huevos.
- 200 ml de nata.
- 1/2 vaso de leche (100 ml).
- 1 cebolla roja.
- 1 puerro.
- 2 zanahorias.
- 1/2 calabacín.
- 100 g espinacas.
- 100 g de queso (puede ser gruyere, emmental, o incluso probar con algún queso azul o de cabra, a tu gusto!).
- Pimienta negra y sal, y tus especias o hierbas favoritas: orégano, tomillo, romero…
Es una receta fácil aunque hay que dedicarle un ratito en la cocina pero el resultado merece la pena. Seguro que le coges el truco enseguida a preparar la masa quebrada casera porque queda espectacular (aunque cuando no hay mucho tiempo puedes recurrir a comprar una ya preparada), y con las verduras salteadas, la mezcla de huevos y nata y el queso por encima te va a quedar de… ¡escándalo!
Preparación, cómo hacer la receta de quiche de verduras
- Primero prepara la masa quebrada siguiendo esta receta, aunque aquí te hacemos un resumen de la misma:
- En un bol, echa la harina tamizándola a través de un colador para que caiga sin grumos ni apelmazamientos. Saca la mantequilla de la nevera (deberá estar fría) y córtala en trozos. Con tus propios dedos mezcla ambos ingredientes sin amasar demasiado, quedando una especie de «migas».
- Añade el huevo y la sal y sigue mezclando hasta que puedas formar una bola de aspecto homogéneo y compacto (aunque insistimos en amasar lo mínimo posible para que no se desarrolle el gluten de la harina y así el resultado no sea elástico sino crujiente).
- Envuélvela en papel film y déjala reposar en la nevera durante al menos 30 minutos.
- Precalienta el horno durante unos 10 minutos a 180ºC, que es el tiempo que vas a tardar en estirarla y montarla en el molde.
- Estírala encima de una superficie lisa y enharinada con la ayuda de un rodillo. Dale la forma adecuada para tu molde, en este caso la hemos hecho redonda.
- Para que no se pegue la quiche a tu molde puedes untarlo con mantequilla o, mejor aún, forrarlo con papel de horno. Coloca la masa quebrada en su interior, cubriendo la base y las paredes del mismo.
- Para que se hinche lo mínimo posible, pínchala con un tenedor y además coloca encima papel de horno y legumbres (yo siempre utilizo 1 kg de garbanzos que guardo para esta función), para añadir peso encima y que así evitar que se hinche durante el horneado.
- Introduce el molde en el horno a altura media y hornéalo durante 12-15 minutos, evitando que se dore demasiado.
- Ahora vamos con el relleno (prepáralo mientras la masa quebrada está reposando en la nevera):
- Pela la cebolla, córtala por la mitad y después en tiras finitas (juliana).
- Lava el calabacín y córtalo en cubitos pequeños.
- Córtale al puerro la parte verde y las raíces, lávalo, córtalo por la mitad longitudinalmente y después en rodajas.
- Pela las zanahorias y córtalas finitas o directamente rállalas gruesas. A mi me gusta con el propio pelapatatas ir sacando tiras de zanahorias, quedan perfectas para esta receta.
- En una sartén con un poco de aceite y sal saltea la cebolla y el calabacín a fuego medio hasta que empiecen a dorarse, tardarán entre 5 y 10 minutos. Reserva en un bol.
- En esa misma sartén pon un poquito más de aceite y sal y saltea el puerro y la zanahoria. Cuando empiece a dorarse (al cabo de unos 5 minutos) retíralos al bol donde están la cebolla y el calabacín.
- Ahora saltea las espinacas, con un minuto será suficiente. Vuelca en la sartén de nuevo todas las verduras y revuélvelas bien durante un par de minutos. Pruébalas y rectifícalas de sal si es necesario, y también puedes espolvorear por encima pimienta negra recién molida. Reserva.
- Casca uno de los huevos en un pequeño bol y reserva una cucharada sopera de clara en otro recipiente para que pintemos la masa cuando se haya horneado y así se vuelva más impermeable y se mantenga crujiente a pesar del relleno.
- En un bol pon los 2 huevos y espolvorea por encima pimienta negra recién molida. Bátelos bien, mejor con ayuda de unas varillas. Añade la nata, la leche y una cucharadita de sal, y mézclalo todo.
- Incorpora al bol las verduras que habías preparado, mézclalo todo junto y ya tienes listo el relleno.
- Cuando la masa quebrada se haya horneado, déjala reposar 5 minutos a temperatura ambiente y píntala con la clara de huevo que habíamos reservado.
- Echa dentro el relleno de forma que queden bien repartidas las verduras.
- Ralla el queso por encima con un buen rallador, repartiéndolo por toda la superficie.
- Introduce la quiche en el horno a altura media y 180ºC durante 25-30 minutos, hasta que veas que la parte superior está dorada.
Tiempo: 35 minutos de preparación y 30 minutos de horneado
Sirve y degusta
Aunque se puede degustar fría o caliente, a mi me encanta templada. Eso sí, recién sacada del horno déjala reposar al menos 5 minutos para que se compacte su estructura.
Pártela en triángulos como si fuera una tarta y sírvela al centro de la mesa. Desprenderá un olor maravilloso, y acompañada de una ensalada tienes una comida de lo más completa y deliciosa 😛
Variaciones
Una quiche es una receta de lo más versátil, ya que partiendo de la base de masa quebrada, los huevos, la nata y la leche, puedes añadir cualquier tipo de ingredientes a tu gusto. Para que siga siendo de verduras, incorpora otras como champiñones, berenjena, pimientos o brócoli por ejemplo.
Prueba a hacer versiones de tus pizzas preferidas, pero en modo quiche, es decir, con la masa quebrada y la mezcla de huevos y nata: cuatro quesos, carbonara, barbacoa…
Consejos
Sigue todos nuestras recomendaciones para preparar la masa quebrada y te quedará perfecta. Recuerda sobre todo no amasarla en exceso, ya que el gluten de la harina no debe desarrollarse para que la masa no se vuelva elástica y se mantenga crujiente. Además, la función de la mantequilla es atrapar gran parte de ese gluten para, de alguna forma, «impermeabilizarlo» y aislarlo del huevo, y así conseguir el efecto deseado.
Si te sobra o quieres guardarla, hazlo en un recipiente cerrado en la nevera, aunque es probable que la masa pierda su puntito crujiente. Para devolvérselo, y si por ejemplo tu idea era prepararla con antelación, intenta hornearla algunos minutos menos para así, justo antes de servirla, terminar de hornearla y que esté crujiente y perfecta. Y para los restos lo mismo, unos minutos de horno son lo ideal 😉