Salsa de almendras casera y cremosa, ideal para carnes y pescados
Ingredientes para unos 400-500 g de salsa
- 100 g de almendras crudas peladas.
- 2 rebanadas de pan blanco.
- 1 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 100 ml de vino blanco.
- 250 ml de caldo de pescado o de carne, según lo que quieras acompañar. Lo ideal es que sea casero (aquí tienes nuestra receta para preparar un buen caldo de pescado o fumet casero o un caldo de pollo casero), y en caso de no disponer de caldo también se podría hacer con agua aunque con caldo queda más rica y sabrosa.
Ideal para carnes y pescados, alegrando los platos principales e incluso los aperitivos de un menú especial. Es muy fácil de preparar y su textura queda muy suave y apetecible y su sabor es de lo más navideño aunque eso no quita que pueda utilizarse el resto del año. Si te sobra siempre puedes mantenerla varios días en la nevera e incluso congelarla.
Preparación, cómo hacer salsa de almendras casera y cremosa
- Pon las almendras en un cazo con un poco de aceite de oliva (un par de cucharadas soperas) a fuego suave y ve moviendo el cazo de vez en cuando para que se doren de manera uniforme. Las almendras y el aceite van acumulando mucho calor así que cuando empiecen a dorarse deberás vigilarlas muy de cerca ya que pueden pasar de estar doradas a quemadas en cuestión e un minuto. Un truco para evitarlo es apartar el cazo del fuego cuando empiecen a estar doradas ya que con el calor que aún queda se terminan de dorar. Resérvalas en un recipiente aparte.
- Corta las rebanadas de pan en trocitos y cocínalas a fuego suave en el aceite de las almendras hasta que se doren y estén crujientes. Déjalos junto a las almendras, manteniendo el aceite en el cazo.
- Pela la cebolla y pícala finita. Haz lo mismo con el diente de ajo.
- Mantén el fuego suave y echa el ajo en el cazo. Muévelo durante unos segundos y enseguida incorpora la cebolla junto con un poco de sal. Cocínala algo menos de 10 minutos o hasta conseguir que la cebolla esté tierna y ligeramente transparente, apenas empezando a dorarse.
- Machaca un poco las almendras en un mortero y añádelas al cazo junto con el pan y cocínalo todo junto 3 minutos.
- Incorpora el vino blanco, sube el fuego para que esté alto y espera 2-3 minutos a que se evapore el alcohol.
- Añade el caldo y cocina a fuego suave 15 minutos. Recuerda utilizar el caldo más adecuado según la vayas a utilizar. Si vas a servirla con varios platos (ya que sale gran cantidad), un término medio neutro es utilizar caldo de verduras o de pollo, aunque si claramente la quieres para servir con pescados o mariscos lo ideal es utilizar caldo de pescado.
- Tritura la salsa con una batidora de mano, de vaso o un robot hasta que esté fina y con la textura que más te guste. Yo a veces le he tenido que añadir más caldo para que quedase menos densa, pero esto ya va en gustos.
- Pruébala por si tienes que rectificarla de sal.
- Aquí puedes ver lo bien que queda servida con rape al horno y chips de alcachofas:
Tiempo: 45 minutos
Sirve y degusta
Esta salsa se puede servir fría, caliente o templada y aguanta en la nevera 4 o 5 días sin problemas (e incluso diría que más), aunque si la has preparado para un plato y te ha sobrado ya que sale bastante cantidad, lo ideal es que la congeles en porciones para ir disfrutándola conforme la necesites.
Su textura queda cremosa y su sabor de lo más navideño gracias a las almendras aunque se puede disfrutar en cualquier momento del año. Es una salsa de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Esta misma receta se puede elaborar con cualquier otro fruto seco, ya sean avellanas, nueces, anacardos e incluso pistachos y piñones (aunque estos dos últimos no resultan muy económicos y en ese caso yo elaboraría menos cantidad de salsa).
Puedes darle un toque diferente añadiendo más ajos, utilizando cebolla morada, añadiendo hierbas aromáticas como el tomillo y el romero o especias como la canela y sobre todo cambiando el tipo de caldo según el plato que quieras acompañar, ya que va genial con carnes y pescados pero también con verduras e incluso con platos de pasta.
Consejos
Puedes utilizar almendras ya tostadas o fritas pero siempre sin piel, y en caso de que sean fritas normalmente vienen con mucha sal así que intenta frotarlas un poco antes de utilizarlas para que no lleven tanta e igualmente no añadas más sal a la preparación.