Salsa de champiñones sin nata para carne, pasta…
Ingredientes
- 300 ml de leche desnatada.
- 50 ml de vino blanco.
- 150 g de champiñones.
- 1 cebolla.
- 1 cucharadita de harina fina de maíz o maicena.
- Aceite, sal y pimienta negra molida.
Es ideal para acompañar carnes, pastas, verduras, pescados a la plancha… Potencia el sabor de los platos y le aporta la cremosidad característica de este tipo de salsas. Eso sí, sin nata, pero sigue siendo facilísima y muy rápida de preparar. Queda cremosa, con un potente sabor a champiñones, el toque de la cebollita ligeramente pochada, un poco de pimienta negra… Sin duda es una salsa que repetirás a menudo. Ah, y puedes mantenerla en la nevera durante 2-3 días o incluso congelarla para tenerla siempre a mano.
Preparación, cómo hacer la receta de salsa de champiñones sin nata
- Pela la cebolla y pícala muy finita. En una sartén o cazo con un poco de aceite y fuego medio, añade la cebolla y un poco de sal, y deja que se poche durante 10 minutos, para que quede transparente sin llegar a dorarse.
- Lava los champiñones, córtales la parte del tronco que está con tierra y alguna raíz, y pícalos con el cuchillo en trocitos pequeños. O si lo prefieres, puedes también dejarlos en rodajas finitas, que para la carne queda incluso mejor. Si vas a acompañar pasta, mejor picados.
- Añade los champiñones a la cebolla, remueve y saltéalos para que se hagan durante un par de minutos. Añade el vino blanco y deja que se evapore el alcohol, removiendo durante otro par de minutos.
- En un vaso, mezcla parte de la leche con la harina de maíz, y con ayuda de una cucharilla disuélvela bien.
- Incorpora al cazo la leche con la harina de maíz, remueve un poco y ve añadiendo el resto de la leche, sin dejar de remover. Añade un pimienta negra molida al gusto y sal.
- Deja el fuego lento y, removiendo, deja que se haga durante 5-10 minutos, hasta que veas que se espesa ligeramente. Si se ha espesado demasiado añade un poco de leche y aparta del fuego, y si por el contrario está demasiado líquida para tu gusto, vuelve a diluir un poco de harina en leche y añádela.
- Apártala del fuego cuando comience a espesarse y déjala reposar.
Tiempo: 25 minutos
Sirve y degusta
Sírvela en una salsera bien caliente si se trata de acompañar carnes o pescados, o si es un plato de pasta, puedes mezclarlo todo directamente en la cocina y servirlo ya preparado a los comensales.
Si espolvoreas con un poco de pimienta negra recién molida por encima, le darás el toque definitivo a cualquier plato 😛
Variaciones
Puedes preparar esta misma salsa pero con otras variedades de setas. Prácticamente cualquier variedad se presta a ello, y cuando más aromáticas mejor. Eso sí, si aportan mucho sabor, podrás reducir la cantidad, y en vez de 150 g pueden ser solamente 100 gr, incluso si las setas son secas, con 40 g bastará.
Consejos
Prueba la salsa antes de servirla, siempre, para dejarla a tu gusto y que tanto en sabor como en textura esté perfecta.
Si preparas una gran cantidad o te sobra, puedes mantenerla en la nevera durante 2-3 días, o también congelarla. Para congelarla, te recomiendo que lo hagas en pequeñas raciones para descongelar solo la cantidad que necesites. Cuando vayas a servirla, puedes calentarla en un cazo al fuego o en el microondas, y si está muy espesa puedes ir añadiendo leche 😉