Salsa romesco para los calçots, la original y auténtica
Ingredientes para 8-10 personas
- 4 tomates maduros.
- 1 cabeza de ajos.
- 70 ml de vinagre de manzana.
- 3 ñoras.
- 1 cucharadita de postre de pimentón rojo dulce.
- 25 g de almendras peladas.
- 25 g de avellanas peladas.
- 250 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 1 guindilla.
- 4 rebanadas pequeñas de pan de aproximadamente 1 cm de grosor cada una (o más si prefieres espesarla más aún).
Esta salsa romesco con la que se acompañan los calçots es la receta tradicional y auténtica, aunque dentro de ella se puede jugar alterando ligeramente las cantidades de cada ingrediente para darle un puntito más picante, más avinagrado, y más o menos espesor. Ah, y que no te de cosita añadir una cabeza de ajos entera, ya que los ajos una vez asados, pierden bastante sabor y no repiten nada de nada. Para mí es una de las salsas más sabrosas, contundentes y originales que he probado, y así casera, está de auténtico… ¡escándalo!
Preparación, cómo hacer salsa romesco
- La noche anterior, o al menos 4-5 horas antes de preparar la salsa, debes rehidratar las ñoras. Para ello, córtalas por la mitad, quítales el rabito o ferúnculo y también las semillas del interior. Ve depositándolas en un bol.
- Añade agua al bol y déjalas reposar para que se hidraten ellas solitas.
- Precalienta el horno a 200ºC.
- Lava los tomates y colócalos en una bandeja de horno protegida con papel de horno. Pon en esa bandeja también la cabeza de ajos tal cual.
- En otro recipiente coloca los frutos secos para tostarlos. Como yo tenía las avellanas ya tostadas, solamente puse las almendras.
- Cuando el horno haya llegado a la temperatura, introduce la bandeja a altura media durante aproximadamente 15-20 minutos, aunque las almendras a los 5 minutos deberás sacarlas del horno porque se tuestan enseguida (acuérdate!).
- Todo lo demás estará listo cuando la piel de los tomates se vea ligeramente abierta y arrugada. Esta es la forma de asar o escalivar alimentos.
- Saca la bandeja del horno y deja que se enfríe todo durante unos minutos para poder manipularlos. Quítale la piel a los tomates, y si tienen el centro duro, quítalo también. Pela también los ajos uno a uno.
- Cuando las ñoras estén rehidratadas, raspa su interior con un cuchillo o cuchara para quedarte solo con la carne, y deshecha la piel.
- Tuesta las rebanadas de pan de forma que queden doradas pero para nada quemadas o negras.
- Cuando todos los ingredientes estén fríos, incorpóralos al vaso de la batidora: tomates, ajos, almendras, avellanas, ñoras, pan, vinagre, aceite, pimentón, guindillas y sal.
- Tritúralo todo durante unos minutos para que se integren bien los ingredientes, y sobre todo, pruébala para ir rectificándola de sal para el sabor, o también de pan para la textura. Si vas a utilizarla para los calçots, te recomendamos que no la dejes demasiado espesa para poder mojarlos bien en ella.
Tiempo: 40 minutos más hidratación de las ñoras la noche anterior
Sirve y degusta
Te recomendamos preparar esta salsa el día antes de consumirla, ya que el sabor será mucho más potente y sabroso. Puedes utilizarla para aliñar ensaladas, o para acompañar pescados y sobre todo verduras asadas o a la plancha.
Para la calçotada, sirve la salsa romesco en varios cuencos repartidos por la mesa. Pon los calçots encima de la mesa en el propio papel de periódico o en una fuente, y conforme los vayáis pelando, mojadlos en la salsa y, de una, ¡a la boca!
Variaciones
Puedes utilizar solamente almendras o solamente avellanas, según tus gustos. Y por supuesto para la textura, juega con la cantidad de pan para que la textura sea la acertada. Si vas a utilizarla para calçots o ensaladas, lo ideal es que quede ligerita, pero si es por ejemplo a modo de paté para tostadas o similar, espésala más.
Consejos
La temporada de calçots va desde noviembre hasta abril, y cuando más se consumen es en enero, febrero y marzo. Si tienes una chimenea como nosotros, aprovecha y disfruta de esta exquisitez de la gastronomía, además resulta bastante divertido y es ideal para tomarla con los amigos o la familia, en grupo grande. Eso sí, unos buenos baberos para todos, servillatas y un grifo cerca! 😉
La calçotada se complementa con carne asada en las brasas que las llamas de los calçots han dejado. Morcillas, salchichas, costillas de cordero o lonchas de tocino son ideales para rematar la comida.