Samosas de pollo y verduras con curry, fritas o al horno
Ingredientes para 6-8 personas
- 500 g de pechuga de pollo o traseros de pollo (muslo y contramuslo) sin piel ni huesos.
- 1 diente de ajo.
- 1 cebolla.
- 1 puerro (solo la parte blanca).
- 1 cucharadita de postre de curry en polvo.
- 1/2 cucharadita de postre de jengibre en polvo.
- 1/2 cucharadita de postre de cúrcuma en polvo.
- 1/4 cucharadita de postre de pimienta negra molida.
- 1 cucharada sopera de harina de trigo.
- 150 ml de caldo de pollo o agua.
- 8 láminas de masa filo. Es habitual encontrar paquetes que indican que llevan 8-10 láminas y pesan unos 250 g.
- 50-60 g de mantequilla sin sal.
Quedan fantásticas y en la receta verás cómo prepararlas fritas o al horno, ambas con un resultado de 10. Básicamente se trata de elaborar un relleno de pollo y un sofrito de verduras, todo aderezado con una mezcla de especias donde el curry es el protagonista. Después se enrollan en masa filo dando lugar a unos bocaditos de forma triangular crujientes y deliciosos. El relleno es muy sencillo de preparar y verás cómo cocinar el pollo de dos formas, ya sea picado (te enseño a picarlo en casa) o cocido y desmenuzado. Además disfruta con el paso a paso en fotos que ilustra cómo ir envolviendo la masa filo para crear las samosas, ¡es muy fácil!
Cómo hacer la receta de samosas de pollo y verduras con curry, fritas o al horno
- Empezamos con el pollo. Lo ideal para esta receta es picarlo y para ello necesitamos un robot de cocina o una trituradora potente. Corta el pollo en trozos y ponlos en el robot o trituradora.
- Pica la carne de pollo, en mi caso solo he necesitado 5 segundos a velocidad 7 (de 10 en total) y he utilizado la Thermomix.
- Si no tienes con qué picar el pollo opta por cocerlo y desmigarlo. Pon en una olla las pechugas de pollo o los traseros de pollo, yo además suelo aprovechar para cocer a la vez verduras y así conseguir caldo de pollo casero para otras recetas pero es opcional.
- Cubre con agua hasta que las pechugas estén totalmente sumergidas, echa un poco de sal y tapa la olla.
- Pon el fuego a temperatura alta y en cuanto empiece a hervir baja el fuego y ponlo flojito de forma que el agua siga borboteando pero suavemente.
- Las pechugas deben cocinarse así durante entre 20 y 30 minutos según su tamaño. Cuando lleven 30 minutos puedes partir una por la mitad y comprobar si está ya lista y su interior no está rosado, y si no es así sigue cocinándolas unos minutos más.
- Saca las pechugas a un plato para que se vayan enfriando y el caldo junto con las verduras lo puedes guardar en la nevera o congelar, es ideal para preparar sopas o arroces.
- Cuando el pollo se haya enfriado un poco ya puedes desmenuzarlo raspando la carne con un tenedor o con tus propios dedos, deshilachándolo poco a poco para que te quede como en la fotografía.
- Vamos ya a preparar el relleno de las samosas. Como paso primero y opcional en la sartén que vayas a utilizar puedes poner las especias (curry, jengibre, cúrcuma y pimienta negra) y calentarlas a fuego suave 2 o 3 minutos, hasta que empiecen a oler, ya que eso potencia aún más su aroma. Resérvalas aparte.
- Pela y pica bien finito el diente de ajo.
- Pela también la cebolla y pícala igualmente fina.
- Al puerro retírale las raíces y también la parte verde (que puedes reservar para cuando prepares un caldo casero), quítale la capa más externa y córtalo por la mitad, de nuevo por la mitad y pícalo.
- Pon la sartén a fuego medio-suave, échale un poco de aceite de oliva y cuando esté caliente añade los ajos, la cebolla y el puerro junto con un poco de sal y cocínalo unos 10 minutos, hasta que las verduras se doren.
- Incorpora el pollo junto con un poco de sal y las especias. Si estaba picado y crudo cocínalo entre 5 y 10 minutos hasta que deje de estar rosado y recuerda ir picándolo con una paleta de cocina para que se desmenuce y no quede apelotonado. Si ya lo tenías cocido simplemente cocínalo todo junto un par de minutos.
- Añade la harina, mezcla y cocina un minuto.
- Incorpora el caldo de pollo o el agua (si has cocido las pechugas puedes utilizar ese líquido) y sigue cocinando a fuego medio un par de minutos o hasta que veas que la salsa que se crea está espesa, así el relleno quedará jugoso y más compacto cuando se enfríe y será más fácil rellenar las samosas.
- Prueba el relleno por si tienes que rectificarlo de sal y déjalo reposar al menos media hora para que se enfríe.
- Ahora vamos a empaquetar las samosas. Mis láminas de masa filo miden 30×40 cm así que el lado de 30 cm lo he cortado en 4 partes a lo largo, quedando tiras de 7,5 x 40 cm.
- Derrite la mantequilla durante unos segundos en el microondas dentro de un pequeño bol. El truco es derretirla hasta que quede algún trocito sólido para evitar que se derrita del todo y empiece a salpicar. Ese trocito verás que se derrite también con el calor que queda.
- Con una brocha de cocina pinta una tira de masa filo por encima con mantequilla.
- Ponle relleno de pollo y verduras en una esquina (sin pasarte para que no se salga) y dóblala sobre sí misma. En las fotografías vas a poder ver el proceso.
- A continuación vuelve a doblarla procurando que el triángulo siempre tenga un ángulo recto y los lados coincidan con los lados de la lámina de masa filo.
- Sigue doblando hasta que te quede poca masa.
- Cuando hayas llegado casi al final pinta el borde con un poco de mantequilla para poder sellarlo y pon este lado hacia abajo para que no se abra.
- Haz lo mismo con el resto de las samosas y ten en cuenta siempre mantener la masa filo que aún no estamos utilizando en su envase o tapada con un paño de cocina para que no se reseque.
- Decide cómo vas a cocinarlas:
- Al horno: ve colocándolas en una bandeja de horno cubierta con papel de horno y mientras las rellenas precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. Cuando las tengas todas formadas pon la bandeja en el horno a altura media y hornéalas entre 20 y 25 minutos, hasta que las veas doradas por fuera. Sácalas y déjalas sobre una rejilla para que se mantengan crujientes.
- Fritas: ve dejándolas en una bandeja o plato y cuando ya las tengas casi todas listas prepara un cazo o sartén con abundante aceite de oliva o de girasol y ponlo a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente pero sin llegar a humear (con un termómetro vigila que estén entre 170ºC y 180ºC) ya puedes freír las samosas. Hazlo en tandas pequeñas, que no estén unas encima de otras, para que el aceite no baje de temperatura bruscamente y se frían bien. Fríelas durante un par de minuto o hasta que estén doradas, dándoles la vuelta a mitad de tiempo. Sácalas con una espumadera a un plato con papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.
Tiempo: 50 minutos
Sirve y degusta
Crujientes y calentitas, estas samosas deben ir a la mesa nada más cocinarlas, aunque si nos esperamos 5 minutos mejor para evitar quemarnos. Si te sobran no te preocupes, puedes guardarlas en la nevera 2-3 días y para revivirlas nada mejor que darles unos pocos minutos de horno y así volver a conseguir que estén casi tan crujientes como recién hechas.
Disfruta de un bocado con un gran contraste de texturas ya que el exterior queda crujiente y el interior jugoso, repleto de sabor gracias al sofrito de verduras y a la mezcla de especias. Sin duda es un aperitivo de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Cambia los ingredientes del relleno como prefieras, por ejemplo utilizando carne picada de ternera o de cerdo o incluso una mezcla. También puedes añadir otras verduras como la zanahoria o la col por ejemplo.
Adapta el toque de las especias a tu gusto y añade más o menos cantidad e incluso incorpora otras como el comino o el pimentón.
Consejos
En ocasiones puedes encontrar la carne de pollo ya picada en el supermercado. Es una opción a tener en cuenta si no tienes una herramienta para picarla en casa aunque siempre te recomendaré, con cualquier carne picada, que la elijas al momento y te la piquen en la carnicería o si puedes en casa porque así sabes exactamente qué lleva (y puedes elegir por ejemplo que sea pollo campero o que la carne proceda de traseros de pollo que son más jugosos que la pechuga).
Si te sobra masa filo guárdala bien cerrada en la nevera y úsala en pocos días para evitar que se reseque ya que en ese caso sería difícil darle forma.