Setas al ajillo con angulas sucedáneas
Ingredientes para 4 personas
- 500 g de setas de ostra o de cardo.
- 4 dientes de ajo.
- 1 guindilla.
- 200 g de angulas sucedáneas.
- 30 ml de vino blanco.
- Perejil fresco.
- Aceite de oliva virgen extra y sal (idealmente en escamas).
Estas setas al ajillo con angulas sucedáneas están listas en solamente 15 minutos, y pueden ser desde un aperitivo o guarnición, hasta un plato único para cenar. La combinación de sabores de las setas con esos pequeños bocados de mar y ese puntito picante gracias a los ajos y la guindilla hacen que sea un plato de auténtico… ¡escándalo!
Cómo hacer setas al ajillo con angulas
- Lava las setas bajo un chorro de agua fría para eliminar cualquier resto de tierra, y sécalas con papel de cocina. Puedes dejarlas enteras o cortarlas como hemos hecho nosotros.
- Pela los dientes de ajo y córtalos en rodajas finitas.
- Pon una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite, y cuando esté caliente, añade los ajos y la guindilla. Deja que se vayan dorando poco a poco. Nosotros hemos utilizado nuestra sartén mineral Monix, ya que coge alta temperatura en un momento, ideal para dorar, y además es totalmente antiadherente, un gustazo!
- Cuando el ajo empiece a tener un color ligeramente dorado, retíralo junto con la guindilla.
- En esa misma sartén echa las setas y deja que se doren durante unos 5 minutos, a fuego fuerte.
- Cuando se hayan dorado ligeramente, incorpora las angulas sucedáneas, remueve y saltéalo todo durante 2 minutos.
- Lava el perejil, sécalo y pícalo un poco.
- Añade los ajos y la guindilla que teníamos reservados, y también el perejil. Incorpora el vino, remuévelo todo durante un par de minutos, y ¡listo!
- Cuando vayas a servirlo, esparce sal en escamas por encima, y un poco de perejil fresco.
Tiempo: 15 minutos
Sirve y degusta
Este plato es ideal como aperitivo, entrante, guarnición o incluso plato principal y único, por ejemplo para una cena. Sírvelo bien caliente y, si te gusta, aderézalo con pimienta negra recién molida por encima.
Además puedes prepararlo con antelación, y darle un golpe de calor en el último momento. Con ese toque picantito del ajo y la guindilla, está de… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes modificar las cantidades de ajo, guindilla y aceite como quieras. A nosotros nos gusta que se note el picante y que apenas se note el aceite, y con esta receta lo conseguimos.
Si te gusta el jamón serrano, córtalo en taquitos, saltéalo y añádelos al resultado final, le da un puntito salado riquísimo que a las setas les va genial, y estarás haciendo un perfecto «mar y montaña». Y si te gustan los champiñones, incorpóralos a la receta 😉
Consejos
Lava bien pero con mucho cuidado las setas, champiñones y demás hongos que utilices en la cocina. Puedes hacerlo directamente bajo un chorro de agua fría, aunque también puedes sumergirlos en un bol con agua y frotarlos cuidadosamente para eliminar los restos de tierra.