Solomillo de cerdo con salsa roquefort
Ingredientes para 4 personas
- Para la salsa roquefort sin nata:
- 300 ml de leche desnatada.
- 100 g de queso roquefort.
- 1 cebolla.
- 1 cucharadita de harina de maíz.
- Aceite, sal y pimienta negra molida.
- 2 solomillos de cerdo.
- 8 patatas medianas.
- 2 cebollas.
- Aceite, sal, pimienta negra molida y hierbas: orégano, tomillo, romero…
La salsa roquefort utilizada es una versión sin nata, perfecta para acompañar este tipo de plato ya que queda genial con el solomillo y también con las patatas si te gusta mojarlas. Es muy fácil y rápida de preparar y queda cremosa, con un potente sabor a roquefort. Además el solomillo va acompañado de una guarnición a base de patatas a las hierbas y cebolla a la plancha, lo que hace que sea un plato muy completo y sobre todo exquisito.
Preparación, cómo hacer la receta de solomillo de cerdo con salsa roquefort
- Prepara la salsa roquefort:
- Pela la cebolla y pícala muy finita. En una sartén o cazo con un poco de aceite y fuego medio, añádela con un poco de sal, y deja que se poche durante 10 minutos, para que quede transparente sin llegar a dorarse. Desmiga el roquefort y añádelo a la cebolla cuando esté lista, remueve para que se derrita.
- En un vaso, mezcla parte de la leche con la harina de maíz, y con ayuda de una cucharilla disuélvela bien.
- Cuando el roquefort se haya derretido, incorpora la leche con la harina de maíz, remueve un poco y ve incorporando el resto de la leche, sin dejar de remover. Añade un pimienta negra molida al gusto y sal.
- Deja el fuego lento y, removiendo, deja que se haga durante 5-10 minutos, hasta que veas que se espesa ligeramente. Si se ha espesado demasiado añade un poco de leche y aparta del fuego, y si por el contrario está demasiado líquida para tu gusto, vuelve a diluir un poco de harina en leche y añádela. Apártala del fuego cuando comience a espesarse y déjala reposar.
- Ahora vamos con las patatas y la cebolla:
- Pela las patatas, lávalas y córtalas en pequeños gajos. Introdúcelas en un recipiente apto para microondas, y añade un poco de sal, aceite, pimienta negra molida y las hierbas que prefieras: orégano, tomillo, romero… Cierra el recipiente y agita bien para que todas las patatas se impregnen con la mezcla.
- Deja el recipiente medio cerrado, mételo al microondas durante 10 minutos a máxima potencia, y comprueba el punto de las patatas: si se pueden pinchar fácilmente con un tenedor, están listas.
- En una sartén y fuego medio-fuerte, saltéalas durante 5 minutos. Reserva.
- Pela las cebollas y córtalas en rodajas finitas, y en esa misma sartén saltéalas con un poco de aceite y sal durante unos minutos hasta que se doren ligeramente. Reserva.
- Los solomillos de cerdo:
- Corta los solomillos en rodajas de centímetro y medio de grosor más o menos. Pon una sartén a fuego muy fuerte con un poquitín de aceite, y ahora haz el solomillo al punto que te guste:
- Poco hecho: 2 minutos por cada lado.
- Hecho (al punto): 3 minutos por cada lado. La señal idónea es justo cuando en el lateral del solomillo deja de verse la carne sin hacer, es decir, el borde aparece sellado. Al punto significa que estará muy jugoso pero no sangrará.
- Bastante hecho: 4 minutos por cada lado, aplastándolo para que escurra todo el líquido interior y esté totalmente hecho por dentro.
- Corta los solomillos en rodajas de centímetro y medio de grosor más o menos. Pon una sartén a fuego muy fuerte con un poquitín de aceite, y ahora haz el solomillo al punto que te guste:
** Estas referencias son para rodajas de centímetro y medio, ya que si cambia el grosor, cambian los tiempos. De todas formas, el «ojímetro» y la experiencia te harán preparar solomillos justo como prefieres. Ah, y también puedes hacer una prueba: haz solamente una rodaja inicial, mide el tiempo y cuando creas que está como quieres córtala y comprueba si has acertado, y si es así, haz en la plancha el resto del solomillo.
Añade un poco de sal al solomillo una vez hecho, y sírvelo inmediatamente.
Tiempo: 40 minutos
Sirve y degusta
Emplata disponiendo los solomillos en cada plato junto con cebolla y patatas, y añade salsa roquefort por encima (deberá estar caliente). Además, sirve al centro una salsera con el excedente de salsa para que cada comensal puede echarse más. Si las patatas y la cebolla se te han quedado un poco fríos mientras has hecho el solomillo, caliéntalos en una sartén durante un par de minutos.
Variaciones
Sirve la guarnición que más te guste, esta es solo una de infinitas sugerencias que pueden ir genial con el solomillo: otras verduras, setas, puré de patatas…
Consejos
Recuerda siempre probar la salsa antes de servirla, y dejarla a tu gusto, tanto en sabor como en textura. Además puedes preparar una gran cantidad y reservarla en la nevera durante 2-3 días para utilizarla en otros platos.
El punto del solomillo es lo más importante del plato, y yo siempre tengo una regla: el punto perfecto lo dicta cada comensal, así que pregúntales antes de servírselo para que esté justo como esperan. Mi preferido es hecho (al punto), creo que el equilibro es el adecuado 🙂
Me ha gustado mucho la recetala haré
Hola Margarita! Genial, ya verás qué rico te queda 😉
Un saludo!