Tarta de cerezas americana o Cherry Pie
Ingredientes para un molde de 22 o 24 cm de diámetro
- Ingredientes para la masa quebrada dulce:
- 300 g de harina de trigo, mejor si es floja o especial para repostería.
- 120 g de mantequilla, bien fría.
- 2 huevos.
- 1 cucharadita de sal.
- 50 g de azúcar glas (opcional, solo si quieres aportarle un especial dulzor a la masa, aunque el relleno ya incluye suficiente azúcar.
- Ingredientes para el relleno:
- 500 g de cerezas.
- 400 g de manzanas rojas.
- 120 g de azúcar.
- 3 cucharadas de harina de maíz.
- 4 cucharadas soperas de zumo de limón.
- 100 ml de agua.
- 1 rama de canela.
- 1 huevo para pintar la tarta.
Es una tarta especialmente vistosa, en la que la masa quebrada no solo se utiliza para la base, sino también para crear un bonito enrejado en la superficie. Cuando la preparas con masa quebrada casera da la sensación de estar jugando con plastilina porque tienes que hacer bolitas, recortes, montajes… Toda una experiencia que te puede devolver a la infancia 🙂 Sin duda se trata de una tarta de contrastes, sobre todo en cuanto a texturas. Por un lado, se prepara una especie de mermelada dulce y aromática a base de cerezas, y que nosotros hemos personalizado añadiendo manzana, le queda ideal. Y por supuesto la masa quebrada le aporta el punto crujiente que necesita para estar de… ¡escándalo!
Preparación, cómo hacer la receta de tarta de cerezas americana o cherry pie
- Primero vamos a preparar la masa quebrada siguiendo esta receta , y que nos servirá tanto para la base como para la decoración superior de la tarta. Aquí te resumimos los pasos:
- Echa la harina en un bol, tamizándola a través de un colador. Saca la mantequilla de la nevera para que esté bien fría, córtala en trozos y mézclala con la harina con tus propios dedos, sin amasar demasiado, quedando una especie de «migas».
- Añade ahora los huevos, la sal y opcionalmente el azúcar. Sigue mezclando con tus propios dedos para integrar los ingredientes hasta que se forme una bola más o menos uniforme.
- Envuélvela en papel film e introdúcela en la nevera durante al menos 30 minutos.
- Mientras la masa quebrada reposa, elaboramos el relleno.
- Lava las cerezas y quítales el rabo y el hueso. Es una tarea un tanto dura, y en esta ocasión incluso contamos con una ayudante extra que se ofreció a mancharse de lo lindo con el proceso. Existen herramientas específicas para deshuesar cerezas, así que si puedes hazte con una, o bien utilizar, como hacen los americanos, cerezas tipo guinda, que ya están preparadas y en almíbar. Nosotros preferimos frescas, más naturales y ligeras. Ve echando las cerezas deshuesadas en una olla.
- Pela las manzanas y quítales el corazón (si, suena un poco cruel, pero hay que hacerlo 😛 ). Pártelas en pequeños trocitos e incorpóralas también a la olla junto con las cerezas.
- En un vaso, mezcla el zumo de limón con el agua y la harina de maíz, y remueve bien para que se disuelva por completo. Añade la mezcla a la olla.
- Por último, incorpora el azúcar y la rama de canela a la olla, y ponla sobre un fuego a baja temperatura, para que se vaya caramelizando la mezcla poco a poco, durante unos 15 minutos. Remueve de vez en cuando. Retira del fuego y deja que se enfríe.
- Mientras se enfría el relleno, podemos trabajar la masa quebrada. Sácala de la nevera y divídela en dos partes, una algo más grande que la otra. Con esa bola más grande, prepararemos la base, y el resto será para decoración.
- Precalienta el horno a 180ºC mientras estiras la masa.
- Estira la bola grande de masa quebrada sobre una superficie lisa con la ayuda de un rodillo, con movimientos suaves, hasta crear un círculo de poco grosor (o la forma que tenga tu molde).
- Unta tu molde con un poco de mantequilla, puedes hacerlo con tus propios dedos o con una brocha de cocina. A continuación, fórralo con la masa quebrada ya estirada, que quede cubierto por completo, incluyendo las paredes.
- Presiona papel de horno encima de la masa, como puedes ver en la fotografía. Sobre el papel puedes colocar legumbres como garbanzos, o poner un molde más pequeño encima, y que tape gran parte de la superficie. Esto último es lo que suelo hacer yo, así evitas que con este primer horneado la masa se mantenga firme y no se hinche.
- Introduce el molde con la masa en el horno y deja que se cocine unos 15 minutos. Deja enfriar unos minutos.
- Mientras, estira la bola pequeña de masa, hasta crear una superficie lisa, en la que cortaremos las tiras para decorar.
- Ahora que tenemos la base horneada, ponle encima el relleno de cerezas y manzanas, procurando que cubran toda la superficie.
- Corta finas tiras de masa, y ve colocándolas encima para realizar un enrejado. Para hacerlo lo más auténtico posible, lo ideal es intercalar unas tiras por encima y por debajo de las otras para crear una especie de tejido, pero nosotros hemos preferido ahorrarnos esa complejidad para elaborarla de forma más rápida y con prácticamente el mismo resultado. Además, siéntete libre de crear la decoración como más te guste, con tiras más o menos anchas, y que se pueden cruzar de formas distintas y originales.
- Pinta las tiras de masa con el huevo batido, ayudándote de una brocha de cocina, y hornea durante 40 minutos a 180ºC. Cuando las tiras superiores estén doradas, la tarta estará lista.
Tiempo: 2 horas y media (incluye reposos y esperas)
Sirve y degusta
Esta tarta tiene dos momentos en los que está absolutamente tremenda (aunque obviamente te la puedes comer en cualquier momento): una es recién sacada del horno, su relleno estará ligeramente líquido, y combinada con una bola de helado o yogur hace un contraste increíble; otra es al día siguiente, cuando el sabor está más asentado, sencillamente espectacular.
Para conservarla, puedes introducirla en la nevera y te aguantará 4-5 días perfectamente (aunque no creo que te dure tanto 😛 ), pero debes saber que la humedad de la nevera reblandecerá un poco la masa y perderá ligeramente el toque crujiente, pero estará riquísima igualmente.
Variaciones
Al tratarse de una receta tradicional, existen pocas variaciones, aunque ya has visto que nuestra opción ha sido añadirle manzana, sobre todo para que no quedase demasiado dulce, pues un toque ácido le va genial. Puedes por supuesto añadir o no canela, o incluso sustituirla por una ramita de vainilla.
Una versión con hojaldre también está increíble, y simplemente debes seguir los mismos pasos, el resultado será menos crujiente y más laminado.
Consejos
Es importante que no esté más tiempo en el horno del que necesita, ya que de lo contrario la base de masa quebrada te quedará demasiado dura. En cuanto veas que está dorándose ligeramente, sácala del horno y que comience el reposo que tan bien le va 🙂