Tarta de queso fría con arándanos. Receta sin horno
Ingredientes para un molde de 23 cm de diámetro
- Para la base:
- 300 g de galletas tipo María o las que más te gusten.
- 100 g de mantequilla.
- Para el relleno:
- 300 ml de nata para montar.
- 1 sobre de cuajada en polvo.
- 100 ml de leche más 30 ml para disolver la cuajada.
- 80 g de azúcar blanco.
- 500 g de queso crema.
- Para la cobertura de arándanos:
- 150 g de arándanos.
- 40 g de azúcar.
- 60 ml de agua.
- 10 g de maicena.
- 3 cucharadas de agua para disolver la maicena.
*Nota: muchos son los comentarios que llegan acerca de los ingredientes en países donde no se llaman así o no existen, así que Concha Salazar tuvo el gusto de añadir en los comentarios las equivalencias: la nata para montar se sustituye por crema de leche que no esté muy ácida, y la cuajada por grenetina remojada en frío en la leche y después se añade en la mezcla que hervimos para que se deshaga y no queden grumos. ¡Gracias por vuestros aportes!
Es una receta sin horno y facilísima, ideal para todo el año pero más aún para los meses más calurosos en los que no nos apetece complicarnos demasiado ni encender el horno. La base se elabora con galletas trituradas, con el relleno he conseguido que tenga un sabor potente a queso que es lo que más me gusta, y la cobertura de arándanos queda muy fina y encaja perfectamente con el resto. Al prepararla con cuajada queda especialmente cremosa y utilizo el mínimo de azúcar para que la tarta sepa sobre todo a queso que es de lo que se trata.
Preparación, cómo hacer la receta de tarta de queso fría con arándanos
- Empezamos preparando la base. Tritura las galletas utilizando una picadora, un mortero, presionándolas con un vaso, metiéndolas en una bolsa de plástico y pasándoles el rodillo o con un robot como he hecho yo.
- Derrite la mantequilla introduciéndola unos segundos en un bol en el microondas, y cuando esté fundida vierte encima las galletas picadas y mézclalo muy bien.
- Vierte la masa en el molde y ve presionando con una cuchara para que la base quede compacta y lisa. Mete el molde a la nevera mientras preparas el relleno de la tarta para que se enfríe.
- En un pequeño recipiente vierte el sobre de cuajada junto con 30 ml de leche y remueve con una cucharilla hasta que se disuelva.
- En una olla pon la nata, la leche, el azúcar y el queso crema, y caliéntalo a fuego medio hasta que llegue a ebullición. Ve removiendo con unas varillas de forma casi continua para que no queden grumos en la mezcla y evitando que se pegue al fondo o se queme.
- Cuando llegue a ebullición vierte la cuajada disuelta, mézclalo todo con el batidor de varillas y, cuando vuelva a llegar a ebullición y comiencen a subir burbujas a la superficie, aparta del fuego y vierte la mezcla en el molde sobre la base.
- Deja el molde fuera de la nevera hasta que el relleno se enfríe, y cuando esté completamente frío de nuevo a la nevera durante al menos 4 horas para que cuaje perfectamente.
- Ahora vamos a preparar la cobertura de arándanos. Pon en un cazo los arándanos, el agua y el azúcar a fuego medio-alto, y cuando llegue a ebullición baja el fuego al mínimo, tapa el cazo y déjalo así 5 minutos.
- Diluye la maicena en las 3 cucharadas de agua en un pequeño bol, y cuando se hayan cumplido esos 5 minutos vierte la mezcla en el cazo, sube el fuego de nuevo a medio-alto de nuevo hasta que llegue a ebullición y retira del fuego. Deja que se enfríe unos 10 minutos, y después ya puedes verterla sobre tu tarta si ésta ya estaba cuajada, o incluso puedes hacerlo justo antes de servirla o directamente encima de las porciones en los platos de los comensales.
- Desmolda la tarta y sírvela.
Tiempo: 45 minutos más al menos 4 horas de reposo
Sirve y degusta
Puedes servirla bien fría recién sacada de la nevera, o sacarla 30 minutos antes para que esté a temperatura ambiente cuando llegue a la mesa. Si utilizas un molde desmontable como el mío una vez que la desmoldes puedes servirla en su propia base como verás en la fotografía, ya que hace de plato e incluso puedes cortarla encima de él.
Verás que queda cremosa, con un sabor fino y muy quesero huyendo de los excesos de azúcar, y el puntito dulce y ácido de los arándanos, está de… ¡escándalo!
Variaciones
Existen una gran cantidad de versiones de la tarta de queso fría, puedes utilizar las galletas que prefieras para la base (incluso Oreo o galletas con chocolate!), y la cobertura la puedes preparar de cualquier fruto rojo que te guste: fresas, moras, frambuesas, grosellas…
Consejos
Cuando estés removiendo la mezcla del relleno, intenta no batirla ni introducir aire, tan solo removerla. Esto es importante para que la textura final de tu tarta esté compacta y perfecta.
Si has preparado con bastante antelación la cobertura de arándanos y te ha quedado muy espesa, el truco consiste en añadirle unas cucharadas de agua y ponerla de nuevo a fuego medio para que se vuelva menos densa.