Yakimeshi o arroz frito al estilo japonés con pollo y verduras
Ingredientes para 4-6 personas
- 400 g de arroz tipo jazmín. También te sirve la variedad basmati.
- 560 ml de agua.
- 2 pechugas de pollo o 3 muslos con su contramuslo. Yo siempre preparaba esta receta con pechugas de pollo por la facilidad para manipular la carne pero desde hace un tiempo pido en la carnicería que le quiten la piel y deshuesen los muslos y contramuslos y ahora me gusta más utilizarlos porque la carne es más jugosa y tierna.
- Para marinar el pollo:
- 50 ml de salsa de soja.
- Un poco de salsa sriracha o guindillas picadas (opcional, si quieres un toque picante).
- Un trocito de jengibre fresco, cantidad similar a un diente de ajo.
- 2 huevos L o 3 M.
- 2 cebolletas.
- 1 calabacín.
- 2 zanahorias grandes o 3 pequeñas.
- 100 g de champiñones o setas.
- 2 o 3 cucharadas soperas de salsa de soja, al gusto, para salar el arroz al final.
- Aceite de semillas o de girasol.
Esta receta la preparo mucho en casa ya que se elabora de forma sencilla (sobre todo si acostumbras como yo a cocer abundante arroz y tenerlo en la nevera) y va repleta de ingredientes frescos y naturales. El pollo queda jugoso, las verduras al dente para que no estén crudas pero sigan un poco crujientes por dentro y, si sigues los trucos y consejos, el arroz te quedará perfecto, es decir, bien cocido pero a la vez muy suelto y aromático.
Preparación, cómo hacer la receta de yakimeshi
- Para que el arroz esté perfecto para saltearlo, un buen truco es prepararlo, si es, posible, el día anterior o al menos unas horas antes de utilizarlo ya que así estará más suelto y un poco seco.
- Antes de cocerlo ponlo en un bol con agua, remuévelo un poco con una cuchara o incluso con tus propias manos, tira el agua y vuelve a hacer lo mismo hasta que eches agua al bol y quede casi transparente. Esto se hace para que suelte el almidón y así quede más suelto al cocerlo.
Limpiamos el arroz hasta que el agua esté transparente
- Pon el arroz en una olla, échale el agua indicada en los ingredientes, tapa la olla y enciende el fuego a temperatura alta. A partir de que empiece a hervir cuenta 6 minutos, y al cabo de ese tiempo baja el fuego para que esté suave y deja que se cocine 6 minutos más. Todo el proceso debes realizarlo sin destapar la olla.
- Cuando se haya cumplido el tiempo apaga el fuego, aparta la olla y déjalo reposando entre 30 minutos y 1 hora (sigue manteniendo la olla tapada), y al cabo de ese tiempo destápala y, cuando puedas manipularlo sin quemarte, sepáralo un poco con ayuda de una espátula de cocina o con tus propias manos. Lo ideal es que lo dejes reposar al menos otra hora más, aunque si no tienes más remedio se puede utilizar en el momento.
- Corta el pollo en trocitos de bocado, ponlo en un bol y échale por encima la salsa de soja, el ingrediente picante si te gusta y el jengibre (pélalo previamente y pícalo muy pequeñito con el cuchillo o con un exprimidor de ajos, e incluso también puedes rallarlo con un rallador). Déjalo así entre 15 y 30 minutos, mientras sigues con el resto de la receta.
Marinamos el pollo
- Vamos a preparar todas las verduras antes de empezar a saltearlas. Retírale a las cebolletas las raíces y tan solo el extremo final de la parte verde, quita la primera capa y corta la parte blanca en tiras finas y la parte verde en rodajas.
- Lava el calabacín, retírale los extremos y córtalo en cubitos. Para ello córtalo en rodajas, después corta a la vez varias rodajas en palitos y éstos en cubos.
- Pela las zanahorias y córtalas en cubitos. Para ello córtalas por la mitad, haz tiras de cada parte y por último en cubitos.
- Limpia los champiñones de forma que no tengan tierra y cortándoles las raíces o zona más en contacto con la tierra. Si son champiñones puedes cortarlos en rodajas o en cuartos como he hecho yo.
- Bate los huevos y mientras pon un poco de aceite en un wok o sartén a fuego medio-alto.
- Cuando el aceite esté caliente echa los huevos en el wok y comienza a removerlos. Como mejor quedan es con unos palillos chinos aunque también puedes revolverlos con una paleta de cocina o tenedor (cuidado si estás usando un wok o sartén antiadherente, no utilices nunca nada metal para evitar rallarlo).
- Ve removiendo los huevos durante apenas 1 o 2 minutos hasta que prácticamente se hayan cuajado y estén separados en trocitos. Resérvalos en un plato aparte.
Preparamos los huevos revueltos
- Incorpora un poco más de aceite (yo soy muy de cocinar con poco aceite pero para esta receta va en gustos, con poco queda genial pero con algo más de aceite está riquísimo), sube el fuego para que esté alto y saltea el pollo durante 3 o 4 minutos, lo justo para que no esté crudo. Retíralo aparte y, si ha llegado a soltar mucho líquido, deséchalo.
- Sigue con el fuego fuerte, incorpora un poco más de aceite y saltea las cebolletas durante un par de minutos, moviéndolas cada pocos segundos. Reserva junto con los huevos.
- De nuevo echa un poco de aceite y saltea de la misma forma las zanahorias 2 o 3 minutos, hasta que veas que se doran un poco, resérvalas y haz lo mismo con el calabacín durante 3 o 4 minutos y con los champiñones apenas 2 o 3 minutos. Si tienes un wok bastante grande podrás cocinar las verduras más o menos juntas, pero si no es así te recomiendo preparar cada cosa por separado para que se cocinen a alta temperatura y no queden blandas.
Ya tenemos listos los huevos y las verduras
- Por último echa de nuevo un poquito de aceite y el arroz. Remuévelo durante un par de minutos, procurando que los granos de arroz queden bien despegados entre sí.
- Añade al wok los huevos, el pollo, las cebolletas, las zanahorias, el calabacín, los champiñones y la salsa de soja. Revuélvelo todo junto durante 2 minutos más a fuego fuerte, lo justo para que se calienten de nuevo los ingredientes pero evitando que se cocinen demasiado y empiecen a soltar líquido.
- Prueba el salteado final por si quieres añadirle un poco más de salsa de soja. Verás que en esta receta no se utiliza sal, principalmente porque en las verduras tiene un efecto que no queremos ya que las hace «sudar» y se blandean y pierden líquido y firmeza, y por otro lado el plato queda mucho más rico si se sala con la salsa de soja.
Ya tenemos listo nuestro yakimeshi con pollo y verduras
- El último toque que le queda genial es, ya fuera del fuego, añadirle la parte verde de la cebolleta, ya sea revolviéndola con el resto de ingredientes o simplemente repartiéndola por encima en los platos ya servidos, aunque a mi en esta ocasión se me olvidó echársela para la foto.
Así de bien queda este arroz frito al estilo japonés
Tiempo: para preparar el arroz 2 horas entre cocinado y enfriado, y para el wok con el arroz ya cocido solo se tardan 30 minutos
Sirve y degusta
Es un plato que debe servirse recién hecho y bien caliente, para que las verduras se mantengan aún un poco crujientes y el arroz suelto. Si necesitas prepararlo con antelación, saltea los huevos, las verduras y el pollo y déjalos en un plato (las verduras, mejor que las cocines un poco de menos tiempo para que queden más enteras y evitar que se blandeen demasiado), y saltea también el arroz y déjalo en otro plato. Justo antes de servirlo pon todos los ingredientes en el wok junto con la salsa de soja y a fuego alto saltéalos 3 o 4 minutos. Si te sobra también puedes guardarlo en un recipiente cerrado en la nevera 2-3 días.
Repártelo en los platos de los comensales, ponles un poco de la parte verde de la cebolleta por encima y, si quieres, sirve una pequeña salsera con salsa de soja al centro de la mesa para que cada comensal pueda echarle más a su plato. El resultado es un plato aromático, con contrastes de textura, el pollo queda sabroso y el arroz suelto y bien mezclado con las verduras que están al dente. Sin duda es una receta de auténtico… ¡escándalo!
Yakimeshi o arroz frito al estilo japonés con pollo y verduras
Variaciones
En vez de pollo puedes utilizar tofu firme cortado en cubitos y realizar el mismo proceso que con el pollo, e incluso unos langostinos frescos pelados.
También puedes utilizar otras verduras que te gusten como por ejemplo pimiento rojo o verde, repollo cortado en tiras o col china pak choi, maíz dulce o guisantes (al estilo del arroz tres delicias)… Y puedes optar por cortar las verduras en palitos en vez de en cubos para un resultado aún más crujiente.
Consejos
Para las recetas asiáticas es mejor no utilizar aceite de oliva o, si lo utilizas, que sea de sabor muy suave. Lo más adecuado es utilizar un aceite de semillas o de girasol ya que suelen ser muy suaves de sabor e ideales para las recetas asiáticas. Combinarlo con un poco de aceite de sésamo puede venirle genial a recetas como ésta.
